6 poemas chistosos de amor para alegrar tu corazón


Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana

El amor es uno de los temas más trabajados en la historia de la literatura. Los siguientes poemas exploran este sentimiento desde el lado cómico, mostrando la belleza y alegría del corazón humano.

1. Consultorio sentimental - Nicanor Parra

Caballero de buena voluntad
Apto para trabajos personales
Ofrécese para cuidar señorita de noche
Gratis,
sin comprornisos de ninguna especie
A condición de que sea realmente de noche.

Seriedad absoluta.
Disposición a contraer matrimonio
Siempre que la señorita sepa mover las caderas.

Nicanor Parra (Chile, 1914 - 2018) es uno de los escritores más importantes de América Latina. Fue el creador de los "antipoemas", en donde la lírica se convierte en una expresión libre en la que prima la reflexión directa y coloquial sobre la existencia.

El humor y la ironía son elementos clave dentro de su obra. En "Consultorio sentimental" utiliza el formato de anuncio para buscar una mujer que esté dispuesta a comenzar una relación amorosa.

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2. Todo era amor - Oliverio Girondo

¡Todo era amor... amor!
No había nada más que amor.
En todas partes se encontraba amor.
No se podía hablar más que de amor.
Amor pasado por agua, a la vainilla,
amor al portador, amor a plazos.
Amor analizable, analizado.
Amor ultramarino.
Amor ecuestre.
Amor de cartón piedra, amor con leche...
lleno de prevenciones, de preventivos;
lleno de cortocircuitos, de cortapisas.
Amor con una gran M, con una M mayúscula,
chorreado de merengue,
cubierto de flores blancas...
Amor espermatozoico, esperantista.
Amor desinfectado, amor untuoso...
Amor con sus accesorios, con sus repuestos;
con sus faltas de puntualidad, de ortografía;
con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.
Amor que incendia el corazón de los orangutanes,
de los bomberos.
Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas,
que arranca los botones de los botines,
que se alimenta de encelo y de ensalada.
Amor impostergable y amor impuesto.
Amor incandescente y amor incauto.
Amor indeformable. Amor desnudo.
Amor amor que es, simplemente, amor.
Amor y amor... ¡y nada más que amor!

El poeta argentino Oliverio Girondo (1891 - 1967) decidió explorar el lenguaje en una permanente búsqueda vanguardista. Este texto muestra cómo ve el mundo alguien enamorado, haciendo alusión al carácter alegre que muestran las personas en ese estado. De esta manera, a través del humor y el juego, todo la existencia y la creación parecieran aunarse junto a la danza del amor.

3. Al que ingrato me deja, busco amante - Sor Juana Inés de la Cruz

Al que ingrato me deja, busco amante;
al que amante me sigue, dejo ingrata;
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante.

Al que trato de amor, hallo diamante,
y soy diamante al que de amor me trata;
triunfante quiero ver al que me mata,
y mato al que me quiere ver triunfante.

Si a éste pago, padece mi deseo;
si ruego a aquél, mi pundonor enojo:
de entrambos modos infeliz me veo.

Pero yo, por mejor partido, escojo
de quien no quiero, ser violento empleo,
que, de quien no me quiere, vil despojo.

Sor Juana Inés de la Cruz (1648 - 1695) es una de las autoras más interesantes de la poesía del Siglo de Oro. Desde joven, tuvo inquietudes intelectuales, por lo que el camino religioso le abrió las puertas hacia la posibilidad de leer y cultivarse. En su obra, discutió el lugar que ocupaba la mujer en la sociedad, adelantándose muchísimo a su época.

En este poema se refiere a las contradicciones presentes en el amor. Así, cuando un pretendiente demuestra interés, ella lo pierde. Por su parte, cuando un hombre parece alejarse y ofenderla, se entrega como la más fiel enamorada.

La hablante decide aludir en clave de humor a las complejidades de las relaciones humanas. Muchas veces, las personas eligen lo que no les conviene, pues en asuntos del corazón, no es la razón la que predomina.

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4. Reto - Julio Flórez

Si porque a tus plantas ruedo
como un ilota rendido,
y una mirada te pido
con temor, casi con miedo;
si porque ante ti me quedo
extático de emoción,
piensas que mi corazón
se va en mi pecho a romper
y que por siempre he de ser
esclavo de mi pasión;
¡te equivocas, te equivocas!,
fresco y fragante capullo,
yo quebrantaré tu orgullo
como el minero las rocas.
Si a la lucha me provocas,
dispuesto estoy a luchar;
tú eres espuma, yo mar
que en sus cóleras confía;
me haces llorar; pero un día
yo también te haré llorar.

Y entonces, cuando rendida
ofrezcas toda tu vida
perdón pidiendo a mis pies,
como mi cólera es
infinita en sus excesos,
¿sabes tú lo que haré en esos
momentos de indignación?
¡Arrancarte el corazón
para comérmelo a besos!

Julio Florez (1867 - 1923) fue un poeta colombiano. En "Reto" desafía a la amada y le explica que no siempre va a ser quien se entregue y demuestre sus sentimientos. Con un toque de humor, afirma que cuando ella finalmente se digne a darle una oportunidad, va a aprovecharla por completo.

5. A una mujer que se afeitaba y estaba hermosa - Bartolomé Leonardo de Argensola

Yo os quiero confesar, don Juan, primero,
que aquel blanco y color de doña Elvira
no tiene de ella más, si bien se mira,
que el haberle costado su dinero.

Pero tras eso confesaros quiero
que es tanta la beldad de su mentira,
que en vano a competir con ella aspira
belleza igual de rostro verdadero.

Mas ¿qué mucho que yo perdido ande
por un engaño tal, pues que sabemos
que nos engaña así Naturaleza?

Porque ese cielo azul que todos vemos,
ni es cielo ni es azul. ¡Lástima grande
que no sea verdad tanta belleza!

Bartolomé Leonardo de Argensola (1562 - 1631) fue un poeta español del Siglo de Oro. En estos versos, recurre al humor al referirse a la falsa belleza de una mujer. La dama debe afeitarse para poder sacar sus vellos y así hacer parecer que tiene una piel blanca y delicada.

Esta situacion hace que el hablante dude de todo lo que observa, tal como expresa hacia el final del poema: "Porque ese cielo azul que todos vemos, / ni es cielo ni es azul. ¡Lástima grande / que no sea verdad tanta belleza!".

6. Me tiraste un limón - Miguel Hernández

Me tiraste un limón, y tan amargo,
con una mano cálida, y tan pura,
que no menoscabó su arquitectura
y probé su amargura sin embargo.

Con el golpe amarillo, de un letargo
dulce pasó a una ansiosa calentura
mi sangre, que sintió la mordedura
de una punta de seno duro y largo.

Pero al mirarte y verte la sonrisa
que te produjo el limonado hecho,
a mi voraz malicia tan ajena,

se me durmió la sangre en la camisa,
y se volvió el poroso y áureo pecho
una picuda y deslumbrante pena.

El escritor español Miguel Hernández (1910 - 1942) fue una destacada figura dentro de la Generación del 27. En este poema, el hablante describe cómo su amada le arrojó un limón luego de que le robara un beso. A pesar de que este hecho le provocó una herida, la sonrisa en el rostro de la joven logró que la situación tuviera un tinte dulce y cómico.

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Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana. Diplomada en Teoría y Crítica de Cine. Profesora de talleres literarios y correctora de estilo.