7 poemas para despedirse de un amor (comentados)


Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana

La poesía sirve para expresar diversos sentimientos, entre ellos la alegría de sentirse enamorado. De igual manera, puede ayudar a encontrar las palabras correctas para despedirse de una relación significativa.

En la siguiente selección, se pueden encontrar poemas de autores famosos en los que le dicen adiós a sus parejas. Aunque resaltan emociones tristes, también permiten descubrir que todo proceso que termina, puede dar paso a nuevas oportunidades.

1. Rima XLI - Gustavo Adolfo Bécquer

Tú eras el huracán, y yo la alta
torre que desafía su poder.
¡Tenías que estrellarte o que abatirme...!
¡No pudo ser!

Tú eras el océano; y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén.
¡Tenías que romperte o que arrancarme...!
¡No pudo ser!

Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No pudo ser!

Gustavo Adolfo Bécquer (1836 - 1870) fue un destacado poeta español que con sus rimas de tema amoroso logró convertirse en un clásico. En este poema se refiere a la falta de compatibilidad entre la pareja. Era una relación condenada al fracaso, debido a que ambos la consideraban un enfrentamiento. Así, al no poder ceder ante las necesidades del otro, el idilio debió terminar.

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2. Ya no - Idea Vilariño

Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.

No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.

Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.

No volveré a tocarte.

No te veré morir.

La poeta uruguaya Idea Vilariño (1920 - 2009) escribió estos versos para su amante, el también escritor Juan Carlos Onetti, con quien estuvo durante varios años.

Así, se despide de una relación que siempre estuvo marcada por lo imposible. Es el momento en que sabe que ese amor llegó a su fin, que ya no existe la posibilidad de estar juntos, de compartir los momentos cotidianos o acompañarse hasta el final de sus días. Con un tono melancólico, muestra el desgarro de aceptar la pérdida del otro y asumir que ya nunca más podrán estar juntos.

3. Canción de agosto - Oscar Hahn

Amor mío

muchas cosas
pudieron haber pasado en agosto
pero no pasarán

muchas luciérnagas
pudieron haber brillado en los ojos
pero no brillarán

y el mes de agosto será enterrado
sin pompa ni circunstancia
sin flores ni cortejos

como tantos días
que nunca llegaron a ser árboles

como tantos árboles
que nunca llegaron a ser pájaros

como tantos pájaros
que nunca llegaron a volar

Oscar Hahn (1938) es un importante poeta y ensayista chileno. De manera metafórica, se despide de un amor que podría haber sido maravilloso y estaba lleno de posibilidades.

En Chile, en septiembre comienza la primavera, por lo que agosto se entiende como ese periodo en que se da paso para que las cosas florezcan. Como un pájaro que nunca logrará volar, el hablante afirma que como pareja no pudieron conseguir pasar la prueba del tiempo.

4. Lo inacabable - Alfonsina Storni

No tienes tú la culpa si en tus manos
mi amor se deshojó como una rosa:
Vendrá la primavera y habrá flores...
El tronco seco dará nuevas hojas.

Las lágrimas vertidas se harán perlas
de un collar nuevo; romperá la sombra
un sol precioso que dará a las venas
la savia fresca, loca y bullidora.

Tú seguirás tu ruta; yo la mía
y ambos, libertos, como mariposas
perderemos el polen de las alas
y hallaremos más polen en la flora.

Las palabras se secan como ríos
y los besos se secan como rosas,
pero por cada muerte siete vidas
buscan los labios demandando aurora.

Mas... ¿lo que fue? ¡Jamás se recupera!
¡Y toda primavera que se esboza
es un cadáver más que adquiere vida
y es un capullo más que se deshoja!

Alfonsina Storni (Argentina, 1892 - 1938) fue una de las poetas latinoamericanas más importantes del siglo XX. En su obra, indagó en el imaginario femenino y en la defensa por la igualdad de derechos.

En este poema se refiere al fin del amor. Se despide de forma tranquila de su amante, porque reconoce que no fue culpa de nadie que la relación terminara. Afirma que vendrán cosas nuevas ("el tronco seco dará nuevas hojas") y que el dolor se convertirá en aprendizaje ("las lágrimas vertidas se harán perlas").

La hablante sabe que, con el tiempo, ambos seguirán su camino y encontrarán otras relaciones. Sin embargo, el recuerdo siempre va a quedar, ya que el amor dejó una marca indeleble. Si bien la primavera trae cosas nuevas, implica el fin de un periodo, la muerte de lo que existía para así dar paso a lo siguiente.

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5. Serás amor - Pedro Salinas

¿Serás, amor
un largo adiós que no se acaba?
Vivir, desde el principio, es separarse.
En el primer encuentro
con la luz, con los labios,
el corazón percibe la congoja
de tener que estar ciego y solo un día.
Amor es el retraso milagroso
de su término mismo;
es prolongar el hecho mágico
de que uno y uno sean dos, en contra
de la primer condena de la vida.
Con los besos,
con la pena y el pecho se conquistan
en afanosas lides, entre gozos
parecidos a juegos,
días, tierras, espacios fabulosos,
a la gran disyunción que está esperando,
hermana de la muerte o muerte misma.
Cada beso perfecto aparta el tiempo,
le echa hacia atrás, ensancha el mundo breve
donde puede besarse todavía.
Ni en el llegar, ni en el hallazgo
tiene el amor su cima:
es en la resistencia a separarse
en donde se le siente,
desnudo, altísimo, temblando.
Y la separación no es el momento
cuando brazos, o voces,
se despiden con señas materiales:
es de antes, de después.
Si se estrechan las manos, si se abraza,
nunca es para apartarse,
es porque el alma ciegamente siente
que la forma posible de estar juntos
es una despedida larga, clara.
Y que lo más seguro es el adiós.

En este poema, el escritor español Pedro Salinas (1891 - 1951) indaga sobre la naturaleza efímera del amor. No obstante, a pesar de que dura poco, deja un recuerdo permanente ("un largo adiós que no se acaba").

Con un tono sombrío, analiza la existencia humana como una condena a la soledad, pues el individuo sabe que debe enfrentarse solo a la muerte y que ninguna relación puede hacer más que retrasar ese momento (Cada beso perfecto aparta el tiempo). Entonces, el amor se convierte en una dulce distracción, pero pase lo que pase, está destinado a terminarse.

6. Canción de invierno y de verano - Ángel González

Cuando es invierno en el mar del Norte
es verano en Valparaíso.
Los barcos hacen sonar sus sirenas al entrar en el
puerto de Bremen con jirones de niebla y de hielo
en sus cabos,
mientras los balandros soleados arrastran por la superficie del Pacífico Sur
bellas bañistas.

Eso sucede en el mismo tiempo,
pero jamás en el mismo día.

Porque cuando es de día en el mar del Norte
—brumas y sombras absorbiendo restos
de sucia luz—
es de noche en Valparaíso
—rutilantes estrellas lanzando agudos dardos
a las olas dormidas.

Cómo dudar que nos quisimos,
que me seguía tu pensamiento
y mi voz te buscaba —detrás,
muy cerca, iba mi boca.
Nos quisimos, es cierto, y yo sé cuánto:
primaveras, veranos, soles, lunas.

Pero jamás en el mismo día.

En "Canción de invierno y de verano", Ángel González (España, 1925 - 2008) se refiere a la distancia física entre dos enamorados. Uno de ellos se encuentra en el norte, en Alemania por la alusión a Bremen, mientras que el otro se encuentra en Chile, en Valparaíso.

De este modo, la distancia no sólo hace que estén separados, sino que les hace sentir la realidad de manera distinta. Así, el poeta plantea lo importante que resulta el momento en que se da una relación. Si bien se amaron y pusieron de su parte para estar juntos, la geografía les impidió poder disfrutar de una presencia necesaria para el amor.

Por ello, juega con la idea de las estaciones. Mientras para uno esta despedida es en invierno, para el otro es en verano, y aunque su amor fue profundo, no pudieron amarse "en el mismo día", razón por la que se despiden.

7. Mal de ausencia - Luis Alberto de Cuenca

Desde que tú te fuiste, no sabes qué despacio
pasa el tiempo en Madrid. He visto una película
que ha terminado apenas hace un siglo. No sabes
qué lento corre el mundo sin ti, novia lejana.

Mis amigos me dicen que vuelva a ser el mismo,
que pudre el corazón tanta melancolía,
que tu ausencia no vale tanta ansiedad inútil,
que parezco un ejemplo de subliteratura.

Pero tú te has llevado mi paz en tu maleta,
los hilos del teléfono, la calle en la que vivo.
Tú has mandado a mi casa tropas ecologistas
a saquear mi alma contaminada y triste.

Y, para colmo, sigo soñando con gigantes
y contigo, desnuda, besándoles las manos.
Con dioses a caballo que destruyen Europa
y cautiva te guardan hasta que yo esté muerto.

Luis Alberto de Cuenca (1950) es un poeta español que utiliza la simpleza y el lenguaje directo como recurso estilístico. Aquí se dirige a su amada perdida. Le explica lo lento que pasa el tiempo sin ella, lo difícil que resulta la existencia sin su presencia. Continúa apareciendo en sus sueños y lo acosa como un fantasma. De esta manera, la escritura funciona como un intento de expulsar aquel amor tortuoso de su cuerpo y su memoria.

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Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana. Diplomada en Teoría y Crítica de Cine. Profesora de talleres literarios y correctora de estilo.