Biografía de Antonio Machado: un repaso por su vida y obra


Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana

Antonio Machado (1875 - 1939) fue un reconocido escritor español, perteneciente a la generación del 98. Aunque fue narrador y dramaturgo, dentro de su producción destaca la poesía.

Nació en Sevilla el 26 de julio de 1875 en una familia de literatos y amantes de la cultura. Su padre, Antonio Machado y Álvarez, fue un destacado folclorista, figura esencial para el estudio moderno de lo popular en España.

Cuando tenía ocho años la familia se trasladó a Madrid, donde realizó sus estudios en la Institución Libre de Enseñanza, el Instituto San Isidro y el Instituto Cisneros.

Luego de finalizar sus estudios hizo un viaje a París junto a su hermano Manuel. En esta ciudad trabajó durante unos meses en la editorial Garnier y conoció a algunos intelectuales, como al poeta modernista Rubén Darío que fue una importante influencia en sus escritos. Al regresar a España, frecuentó el ambiente literario y formó parte de una compañía teatral.

En 1907 obtuvo una cátedra de francés en un instituto en la ciudad de Soria. Allí conoció a Leonor Izquierdo con la que se casó en 1909. Al año siguiente recibió una beca que le permitió estudiar en París, donde asistió a los cursos de filosofía de Henri Bergson y Joseph Bédier.

Tras la muerte de su esposa en 1912, se dedicó a enseñar francés en la ciudad de Baeza hasta 1919, donde estudió de forma autodidacta Filosofía y Letras, doctorándose como alumno libre en la Universidad de Madrid. Con aquel título se mudó a Segovia, donde participó en la Universidad Popular y comenzó a escribir obras de teatro junto a su hermano Manuel.

En 1931 el gobierno republicano le concedió una cátedra de francés en Madrid, por lo que pudo trasladarse a vivir con su familia nuevamente y colaboró con medios como Diario de Madrid y El Sol. Sin embargo, en 1936 con el estallido de la Guerra Civil, se refugió en Valencia y luego en Rocafort hasta 1938. Durante el conflicto participó en publicaciones republicanas y asistió al Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura.

Debido a la situación política optó por exiliarse. En 1939 se fue a Barcelona, desde donde cruzó los Pirineos hacia el pueblo francés de Colliure, donde falleció al poco tiempo.

Sobre su obra

Cuando comenzó a escribir sus primeros textos, Machado se encontraba muy influenciado por la estética modernista que imperaba en aquellos años. Así, en 1903 publicó su primer libro de poemas titulado Soledades.

En él destaca el poema "Preludio", donde el hablante lírico expresa su deseo de encontrar amor. El lenguaje, las figuras retóricas y las imágenes poéticas remiten a la perfección formal, la sonoridad y el gusto por lo exótico del modernismo.

Mientras la sombra pasa de un santo amor, hoy quiero
poner un dulce salmo sobre mi viejo atril.
Acordaré las notas del órgano severo
al suspirar fragante del pífano de abril.

Madurarán su aroma las pomas otoñales,
la mirra y el incienso salmodiarán su olor;
exhalarán su fresco perfume los rosales,
bajo la paz en sombra del tibio huerto en flor.

Al grave acorde lento de música y aroma,
la sola y vieja y noble razón de mi rezar
levantará su vuelo suave de paloma,
y la palabra blanca se elevará al altar.

Aquí puedes saber más sobre Modernismo

Durante los siguientes años colaboró con importantes revistas madrileñas con textos de diversa índole. En 1907 publicó Soledades, galerías y otros poemas, reedición y ampliación de su libro anterior en el que destaca una voz más personal y madura. Por ejemplo, en el poema "¿Y ha de morir contigo? se puede notar la inquietud que genera la angustia sobre la muerte del ser amado.

¿Y ha de morir contigo el mundo mago
donde guarda el recuerdo
los hálitos más puros de la vida,
la blanca sombra del amor primero,

la voz que fue a tu corazón, la mano
que tú querías retener en sueños,
y todos los amores
que llegaron al alma, al hondo cielo?

¿Y ha de morir contigo el mundo tuyo,
la vieja vida en orden tuyo y nuevo?
¿Los yunques y crisoles de tu alma
trabajan para el polvo y para el viento?

La estadía en Soria generó un cambio radical en su obra, pues abandonó la influencia preciosista del modernismo para dar paso a una mirada hacia lo nacional.

De este modo, surgió Campos de Castilla, publicado en 1912. En este poemario se encuentra presente el paisaje español, así como el habitante y su mundo cotidiano. De este libro se ha popularizado el poema "Caminante no hay camino" de Proverbios y Cantares. Con estos versos, Machado logró cimentar su fama como poeta popular. Asimismo, pasó a formar parte del imaginario colectivo, ya que ha sido musicalizado numerosas veces por famosos cantantes, como es el caso de la canción de Joan Manuel Serrat.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

Puedes profundizar en el análisis del Poema Caminante no hay camino de Antonio Machado

En 1924 publicó su siguiente libro Nuevas canciones, en el que se intensifica el tono reflexivo sobre la fugacidad de la existencia y continúa con la presencia de la sabiduría popular. Así, un poema como "Huye del triste amor" reflexiona sobre la importancia de experimentar el amor como un acto pasional. Por ello, aconseja huir de cualquier relación que no esté signada por la verdadera pasión.

Huye del triste amor, amor pacato,
sin peligro, sin venda ni aventura,
que espera del amor prenda segura,
porque en amor locura es lo sensato.

Ese que el pecho esquiva al niño ciego
y blasfemó del fuego de la vida,
de una brasa pensada, y no encendida,
quiere ceniza que le guarde el fuego.

Y ceniza hallará, no de su llama,
cuando descubra el torpe desvarío
que pedía, sin flor, fruto en la rama.

Con negra llave el aposento frío
de su tiempo abrirá. ¡Desierta cama,
y turbio espejo y corazón vacío!

En esta época escribió también una serie de textos en los que analizaba la palabra poética, que fue publicado de manera póstuma en 1971 con el título Los complementarios.

El lingüista español Manuel Alvar realizó un estudio introductorio sobre esta obra en la que afirma:

Los Complementarios son esos «cuadernos de escritor» en los que se apuntaban impresiones momentáneas, textos que interesaban, redacciones primeras de trabajos posteriores. Su importancia es, pues, capital. Porque, de una parte, explican el proceso creador de Antonio Machado; de otra, la utilización de sus fuentes; de otra, la sinceridad desnuda, sin el pudor al que obliga la letra impresa.

En este recorrido se puede notar la evolución en la obra de Machado. En sus primeros años optó por la belleza de la palabra, pero con el tiempo comenzó a privilegiar una mirada intimista y lo romántico, así como la contemplación filosófica sobre la existencia humana.

Entre 1928 y 1933 recopiló sus escritos y publicó Poesías completas, donde destacan textos de temática amorosa y erótica. Los más populares fueron "Canciones a Guiomar", apodo que le dio a su amor platónico Pilar de Valderrama.

III

Tu poeta
piensa en ti. La lejanía
es de limón y violeta,
verde el campo todavía
Conmigo vienes Guiomar;
nos sorbe la serranía.
De encinar en encinar
se va fatigando el día.
El tren devora y devora
día y riel. La retama
pasa en sombra; se desdora
el oro del Guadarrama.
Porque una diosa y su amante
huyen juntos, jadente,
los sigue la luna llena.
El tren se esconde y resuena
dentro de un monte gigante.
Campos yermos, cielo alto.
Tras los montes de granito
y otros monte de basalto,
ya es la mar y el infinito.
Juntos vamos; libres somos.
Aunque el Dios, como en el cuento
fiero rey, cabalgue a lomos
del mejor corcel del viento,
aunque nos jure violento,
su venganza,
aunque ensille el pensamiento,
libre amor, nadie lo alcanza.

En esta época aparecieron los famosos heterónimos de Antonio Machado, que utilizaba para verter sus opiniones sobre la sociedad, la cultura y la política. Así, creó a dos personajes: Juan de Mairena, profesor de retórica, y Abel Martín, poeta y filósofo.

En 1936 publicó Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo, en donde se pueden leer las siguientes reflexiones:

La blasfemia forma parte de la religión popular. Desconfiad de un pueblo donde no se blasfema: lo popular allí es el ateísmo. Prohibir la blasfemia con leyes punitivas, más o menos severas, es envenenar el corazón del pueblo, obligándole a ser insincero en su diálogo con la divinidad. Dios, que lee en los corazones, ¿se dejará engañar? Antes perdona El -no lo dudéis- la blasfemia proferida, que aquella otra hipócritamente guardada en el fondo del alma, o, más hipócritamente todavía, trocada en oración.

También entre 1926 y 1932 tuvo bastante impulso su trabajo como dramaturgo, ya que se dedicó a escribir obras de teatro en verso junto a su hermano Manuel Machado. De este modo, estrenaron Desdichas de la fortuna o Julianillo Valcárcel, La duquesa de Benamejí, Juan de Mañara, Las adelfas, La Lola se va a los puertos y La prima Fernanda.

Por último, durante la guerra civil produjo varios textos de alcance social y político. Entre ellos el que más fama ha adquirido es "El crimen fue en Granada", donde alude al fusilamiento de Federico García Lorca.

I

EL CRIMEN

Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas, de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
-sangre en la frente y plomo en las entrañas-.
...Que fue en Granada el crimen sabed -¡pobre Granada-, en su Granada...

II

EL POETA Y LA MUERTE

Se le vio caminar sólo con Ella,
sin miedo a su guadaña.
-Ya el sol en torre y torre; los martillos
en yunque y yunque de las fraguas.
Hablaba Federico,
requebrando a la muerte. Ella escuchaba.
"Porque ayer en mi verso, compañera,
sonaba el golpe de tus secas palmas,
y diste el hielo a mi cantar, y el filo a mi tragedia de tu hoz de plata,
te cantaré la carne que no tienes,
los ojos que te faltan,
tus cabellos que el viento sacudía,
los rojos labios donde te besaban...
Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
qué bien contigo a solas,
por estos aires de Granada, ¡mi Granada!"

III

Se le vio caminar...
Labrad amigos,
de piedra y sueño, en la Alhambra,
un túmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!

Más tarde, en 1937 publicó La guerra con ilustraciones de su hermano José. Es uno de los libros más particulares del autor, pues coexisten textos en prosa y poemas que meditan sobre la situación que enfrentaba España por el conflicto.

Obras más importantes:

  • Campos de Castilla (1912)
  • Soledades, galerías y otros poemas (1907)
  • La guerra (1937)

Para conocer más sobre su obra revisa Mejores poemas de Antonio Machado (y sus significados)

Ver también

Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana. Diplomada en Teoría y Crítica de Cine. Profesora de talleres literarios y correctora de estilo.