13 poemas de amistad cortos para los niños (comentados)


Marián Ortiz
Marián Ortiz
Especialista en Medios Audiovisuales

Los buenos amigos nos acompañan a lo largo de nuestra vida. Por eso, es importante que los más pequeños entiendan el valor de la amistad.

Los poemas pueden servir para trabajar con los niños la importancia de la amistad, al tiempo que se divierten. Por eso, aquí te proponemos una selección de 13 poemas cortos de amistad ideales para niños y niñas. Se trata de una compilación de poesías de autores conocidos que, además, están comentadas.

1. Cultivo una rosa blanca, de José Martí

Cultivo una rosa blanca
en junio como enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.

En su obra Versos sencillos (1881) el autor cubano José Martí escribió este poema sobre el amor y la amistad. Está compuesto por dos versos breves, en los que el hablante lírico pone en valor la amistad basada en el amor sincero. Además, transmite un importante mensaje acerca de no guardar rencor a quienes nos hacen daño.

También puedes leer: Poema Cultivo una rosa blanca de José Martí

2. Amistad, de Carlos Castro Saavedra

Amistad es lo mismo que una mano
que en otra mano apoya su fatiga
y siente que el cansancio se mitiga
y el camino se vuelve más humano.

El amigo sincero es el hermano
claro y elemental como la espiga,
como el pan, como el sol, como la hormiga
que confunde la miel con el verano.

Grande riqueza, dulce compañía
es la del ser que llega con el día
y aclara nuestras noches interiores.

Fuente de convivencia, de ternura,
es la amistad que crece y se madura
en medio de alegrías y dolores.

La amistad es muy importante para el desarrollo emocional y social de los más pequeños. Este poema del autor colombiano Carlos Castro Saavedra describe el verdadero significado de la amistad. Aquella que apoya, se nutre de la sinceridad, regala su compañía y perdura con el paso del tiempo.

3. La ronda de los amigos, de Carmen Lavanchy

A la ronda de los amigos
te invitamos a jugar.
Ven, canta conmigo
y muchos amigos podrás encontrar.

Mi amigo es la cuncuna
me cuenta que quiere volar.
Ven, canta conmigo
y la cuncuna tu amiga será.

Mi amigo es el cartero
y noticias me viene a dejar.
Ven, canta conmigo
y el cartero tu amigo será.

En los años 70, en Chile, surgió un grupo de música infantil llamado Mazapán. Una de sus integrantes y compositoras de letras fue Carmen Lavancy. Ella escribió este poema, después musicalizado, en el que el hablante lírico invita a formar una ronda infantil para hacer amigos.

4. Tiene el leopardo un amigo, de José Martí

Tiene el leopardo un abrigo
En su monte seco y pardo:
Yo tengo más que el leopardo,
Porque tengo un buen amigo.

Duerme, como un juguete,
La mushma en su cojinete
De arce del Japón: yo digo:
«No hay cojín como un amigo.»

Tiene el conde su abolengo:
Tiene la aurora el mendigo:
Tiene ala el ave: ¡yo tengo
Allá en México un amigo!

En el poemario Versos sencillos (1891) se encuentra esta composición breve sobre la amistad. Para el hablante lírico no hay nada comparable al hecho de tener un amigo. Un amigo que abraza y apoya.

5. Poema de la amistad, de Octavio Paz

La amistad es un río y un anillo.

El río fluye a través del anillo.
El anillo es una isla en el río.

Dice el río: antes no hubo río, después solo río.
Antes y después: lo que borra la amistad.

¿Lo borra? El río fluye y el anillo se forma.
La amistad borra al tiempo y así nos libera.

Es un río que, al fluir, inventa sus anillos.
En la arena del río se borran nuestras huellas.

En la arena buscamos al río: ¿dónde te has ido?
Vivimos entre olvido y memoria:

Este instante es una isla combatida por el tiempo incesante.

Algunas amistades que surgen en la niñez nos acompañan para toda la vida, mientras que otras se quedan en el camino. En esta composición de Octavio Paz, el hablante lírico explora la “metamorfosis” de las relaciones de amistad a lo largo del tiempo. Fluyen, al igual que los ríos.

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6. Poema 8, de John Burroughs

Aquel cuyo apretón de manos es un poquito más firme,
Aquel cuya sonrisa es un poquito más luminosa,
Aquel cuyos actos son un poquito más diáfanos;
Ese es a quien yo llamo un amigo.

Aquel quien más pronto da que pide,
Aquel quien es el mismo hoy y mañana,
Aquel quien compartirá tu pena igual que tu alegría;
Ese es a quien yo llamo un amigo.

Aquel cuyos pensamientos son un poquito más puros,
Aquel cuya mente es un poquito más aguda,
Aquel quien evita lo que es sórdido y mísero;
Ese es a quien yo llamo un amigo.

Aquel quien, cuando te vas, te extraña con tristeza,
Aquel quien, a tu retorno, te recibe con alegría;
Aquel cuya irritación jamás se deja notar;
Ese es a quien yo llamo un amigo.

Aquel quien siempre está dispuesto a ayudar,
Aquel cuyos consejos siempre fueron buenos,
Aquel quien no teme defenderte cuando te atacan;
Ese es a quien yo llamo un amigo.

Aquel quien es risueño cuando todo parece adverso,
Aquel cuyos ideales nunca has olvidado,
Aquel quien siempre da más de lo que recibe;
Ese es a quien yo llamo un amigo.

Es importante que, desde pequeños, entendamos qué significa la amistad. Este poema del autor estadounidense John Burroughs es ideal para trabajar con los niños el valor de la amistad. En él, el hablante lírico resalta diferentes cualidades que tiene una persona para considerarla “amiga”.

7. Trato hecho, de Amado Nervo

—Oye, pichoncito amigo,
yo quiero jugar contigo.
—Niño, si quieres jugar,
ven, sube a mi palomar.
—Me faltan alas, no puedo…
Baja tú, no tengas miedo.
—Sin miedo voy a bajar
y jugaré satisfecho;
pero trigo me has de dar.
—Pichoncito, trato hecho.

Es importante que los más pequeños estén conectados con la naturaleza, también con los seres que habitan en ella. En este divertido poema infantil de Amado Nervo, el hablante lírico dialoga con una cría de paloma, a la que considera su amiga, y le transmite su deseo de jugar con ella.

8. Vamos juntos, de Mario Benedetti

Con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

compañero te desvela
la misma suerte que a mí
prometiste y prometí
encender esta candela

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

la muerte mata y escucha
la vida viene después
la unidad que sirve es
la que nos une en la lucha

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

la historia tañe sonora
su lección como campana
para gozar el mañana
hay que pelear el ahora

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

ya no somos inocentes
ni en la mala ni en la buena
cada cual en su faena
porque en esto no hay suplentes

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

algunos cantan victoria
porque el pueblo paga vidas
pero esas muertes queridas
van escribiendo la historia

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero.

Los compañeros, unidos, pueden llegar a donde se propongan. Juntos, los amigos, pueden superar cualquier adversidad.

Este poema de Mario Benedetti, incluido en su obra Letras de emergencia (1973), alude a la lucha del pueblo en tiempos complejos a nivel político. En cambio, puede ser utilizado para hablar con los más pequeños sobre la importancia de las relaciones de amistad para conseguir objetivos.

9. Invitación, de Elsa Bornemann

Porque cantas cuando llego,
porque sé que eres mi amigo,
adentro de una naranja
te invito a vivir conmigo.

Casa redonda y brillante
como un solcito pintado,
y en ella nosotros dos,
de dulce jugo empapados.

Tú, anaranjado de día;
yo, de tarde, anaranjada,
y encendiendo nuestra noche
una naranja alunada.

Un gajo para reír...
Un gajo para bailar...
Los demás, para querernos.
¡Ninguno para llorar!

Las horas anaranjadas
rodarán para los dos.
Nadie sabrá este secreto:
solamente vos y yo.

Esta composición para niños, de la escritora de literatura infantil y juvenil Elsa Bornemann, forma parte del poemario El libro de los enamorados (1977). Como si fuera un juego, el hablante lírico, desde la visión de un niño, invita a su mejor amigo a vivir con él en una casa muy particular: una naranja.

10. Algunas amistades son eternas, de Pablo Neruda

Algunas veces encuentras en la vida
una amistad especial:
ese alguien que al entrar en tu vida
la cambia por completo.

Ese alguien que te hace reír sin cesar;
ese alguien que te hace creer que en el mundo
existen realmente cosas buenas.

Ese alguien que te convence
de que hay una puerta lista
para que tú la abras.

Esa es una amistad eterna…
Cuando estás triste
y el mundo parece oscuro y vacío,
esa amistad eterna levanta tu ánimo
y hace que ese mundo oscuro y vacío
de repente parezca brillante y pleno.
Tu amistad eterna te ayuda
en los momentos difíciles, tristes,
y de gran confusión.
Si te alejas,
tu amistad eterna te sigue.
Si pierdes el camino,
tu amistad eterna te guía y te alegra.
Tu amistad eterna te lleva de la mano
y te dice que todo va a salir bien.

Si tú encuentras tal amistad
te sientes feliz y lleno de gozo
porque no tienes nada de qué preocuparte.
Tienes una amistad para toda la vida,
ya que una amistad eterna no tiene fin.

Este poema, atribuido al chileno Neruda, habla sobre las amistades que perduran en el tiempo, las que son verdaderas, las que no tienen principio ni fin. En definitiva, aquellas que están en los buenos y malos momentos.

11. Poema al no, de Gloria Fuertes

No a la tristeza.
No al dolor.
No a la pereza.
No a la usura.
No a la envidia.
No a la incultura.
No a la violencia.
No a la injusticia.
No a la guerra.
Sí a la paz.
Sí a la alegría.
Sí a la amistad.

En el poemario La poesía no es un cuento (1990), de Gloria Fuertes, se encuentra esta hermosa poesía que expone el rechazo a las emociones negativas, a la violencia y los conflictos bélicos. Al final, ensalza valores como el de la amistad.

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12. Gacela de la amistad, de Carmen Díaz Margarit

La amistad es una ráfaga de peces luminosos,
y te arrastra
hacia un océano feliz de mariposas.

La amistad es un plañir de campanas
que invocan el aroma de los cuerpos
en un jardín amanecido de heliotropos.

¿Qué es la amistad? Esta es la cuestión a la que trata de dar respuesta esta breve composición de la autora parisina Carmen Díaz Margarit. La amistad es comparada con los elementos más maravillosos de la naturaleza, y nos ayuda a sentirnos plenos y felices.

13. Cuando me ves así, José Pedroni

Cuando me ves así, con estos ojos
que no quieren mirarte,
es que al oírte hablar pienso en la lluvia
sin dejar de escucharte.

Porque tu voz, amiga, como el agua
rumorea el amor,
y pensando en la lluvia me parece mejor
que te escucho mejor.

Cuando me ves así, con estos ojos
que te miran sin verte,
es que a través de ti miro a mi sueño,
sin dejar de quererte.

Porque en tu suave transparencia tengo
un milagroso tul,
con el cual, para dicha de mis ojos,
todo lo veo azul.

La voz de un amigo nos puede aportar serenidad en un momento dado y esa calma que necesitamos. Esto es lo que transmite este poema del autor argentino José Pedroni, el cual está contenido en su obra Gracia plena (1925).

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Marián Ortiz
Marián Ortiz
Graduada en Comunicación Audiovisual (2016) por la Universidad de Granada, con máster en Guion, Narrativa y Creatividad Audiovisual (2017) de la Universidad de Sevilla.