Las 12 leyendas peruanas más populares explicadas


Marián Ortiz
Marián Ortiz
Especialista en Medios Audiovisuales

En la tradición oral de Perú encontramos interesantes leyendas. Estas narraciones orales forman parte de la identidad de los pueblos y culturas que allí habitan.

En las leyendas peruanas destacan los hechos sobrenaturales, los lugares encantados y los seres fantásticos y fantasmales.

Si quieres adentrarte las narraciones populares de Perú, aquí te proponemos una selección de 12 leyendas cortas peruanas. Una compilación de historias transmitidas en los diferentes lugares del país y que, además, te explicamos.

1. Casa Matusita

Dice la leyenda que, hace muchos años, Casa Matusita (Lima), estaba ocupada por un hombre que no trataba bien a sus empleados. Un día, estos idearon un oscuro plan para vengarse: poner una sustancia en los alimentos para ocasionar un cambio mental en su jefe.

Así, los empleados aprovecharon un almuerzo que el señor tenía con otros invitados. Para su sorpresa, cuando acudieron al salón a ver los resultados, encontraron a todos los comensales, incluido su jefe, muertos de manera violenta. Los sirvientes quedaron tan horrorizados que también acabaron con su propia vida.

Se cree que, a día de hoy, subir a la segunda planta de este edificio es peligroso por la presencia de fantasmas.

Se trata de una narración contemporánea que está muy extendida en la ciudad de Lima.

Los supuestos episodios paranormales ocurridos en el segundo piso de una casa ubicada en el centro de la ciudad, entre las calles Garcilaso de la Vega y España, han originado diferentes leyendas urbanas que tratan de dar una explicación al origen de los sucesos extraños ocurridos allí. Esta es apenas una versión de las que hay.

2. Leyenda de la Mazorca de Oro

Dice una antigua leyenda que, hace mucho tiempo, vivía una familia de campesinos sin recursos. Apenas tenían un campo de maíz que solo la madre se dedicaba a trabajar. La mujer lo recolectaba y lo vendía, también cuidaba de sus cinco hijos. Mientras, su esposo solo se dedicaba a dar paseos por el campo.

Un día, estaba tan cansada que no pudo trabajar suficiente y apenas obtuvo unas pocas monedas. La mujer se puso a llorar desconsolada. Pronto, vio que en el campo de maíz había algo que resplandecía. Cuando se aproximó se percató de que se trataba de una mazorca de oro.

La campesina mostró el tesoro a su marido e hijos, y les advirtió que solo lo compartiría con aquellos que valoraran la tierra y la familia. Desde ese día, su esposo y sus hijos colaboraron en el campo familiar. Asimismo, la familia vendió la calabaza y pudo ampliar sus terrenos, lo que les permitió obtener más dinero y no pasar más penurias.

Esta leyenda, originaria de Perú, suele contarse a los más pequeños. En ella encontramos una importante moraleja acerca de la importancia de la familia, la cooperación y el esfuerzo para conseguir un objetivo común.

3. El sapo de piedra

Dice la narración que, hace mucho tiempo, vivía una misteriosa anciana en un pueblito cerca de Pasco. Siempre iba vestida de negro y, al llegar el tiempo de cosecha, obtenía los mejores alimentos. Esto hacía que fuera envidiada por los habitantes de la zona.

Un día, mientras la mujer descansaba, un enorme sapo se coló en su cosecha y destrozó por completo todas las patatas. Al darse cuenta, la anciana lanzó un hechizo al anfibio e hizo saltar por los aires techos y árboles.

El sapo voló y se estampó con una roca gigantesca, en donde permanece hasta el día de hoy convertido en piedra. Los vecinos pudieron comprobar que la anciana era, en realidad, una poderosa bruja.

En Pasco se cuenta esta antigua leyenda que da explicación al origen de un monolito de piedra que tiene forma de sapo, conocido como Piedra Yamaruma. Esta roca se encuentra cerca del cerro de Pasco y llama la atención de los transeúntes que pasan por allí.

4. El sacerdote sin cabeza

Cuenta la leyenda que, hace mucho tiempo, el espectro de un fraile sin cabeza se dejaba ver por la zona de la catedral de Arequipa. De fondo, siempre se escuchaban 12 campanadas.

Dicen, que se trataba del espíritu de un cura, que en vida fue decapitado por el hijo de un noble español tras una fuerte pelea. El cuerpo del cura fu enterrado sin su cabeza, por eso, se dice que el espectro quedó condenado eternamente a buscarla por las calles de la ciudad.

Esta leyenda es muy popular en los países de Latinoamérica, y pudo tener su origen durante el colonialismo.

En cada lugar se ha fraguado una versión diferente, la mayoría de ellas tiene un elemento común: su protagonista. Este es el espectro de un sacerdote, vestido con una sotana y que no tiene cabeza. Suele cambiar, según el país o la localidad, el motivo por el que está así y por el que se aparece.

En Perú existen diferentes versiones de esta narración, pero esta es la que se cuenta en Arequipa.

5. Leyenda del Ayaymama

Una mujer joven, madre de dos niños, tuvo que salir de un pueblo de la región Amazónica castigado por la peste.

La muchacha había enfermado y, para salvar a sus hijos de la infección, resolvió dejarlos en la orilla de un río, lejos de la región. Este lugar tenía mucha vegetación y animales.

Los niños no se percataron de la ausencia de su mamá, pues jugaron con los animales que se acercaban. En cambio, al caer la noche, se pusieron a buscar a su madre sin descanso.

Llorando, desconsolados, los menores pedían ser aves para encontrar pronto a su mamá.

Un señor que andaba por allí, y que tenía poderes mágicos, concedió el deseo a los niños.

Convertidos en aves, los niños sobrevolaron su pueblo y descubrieron que todos habían muerto.

Dice la leyenda que, desde entonces, los pájaros se ponen en los árboles cantando: “¡Ayaymamá!”.

La Amazonía del Perú es un lugar muy rico en mitos y leyendas. De ahí se origina esta narración que tiene como protagonista al nictibio urutaú, un ave que también se denomina ayaymama por la similitud con el sonido que emiten.

La leyenda trata de dar una explicación al surgimiento de esta ave tan característica de Centroamérica y Sudamérica.

6. Leyenda de los Hermanos Ayar

Cuenta la leyenda que, hace mucho tiempo, existieron cuatro hermanos originarios de Tambotoco, en Paruro.

Cada uno de ellos tenía una cualidad destacable. El mayor, Manco, era muy inteligente y el heredero del bastón de oro del Dios Sol; el segundo, Chachi, era muy valiente y temperamental; el tercero, Uchu, destacaba por su astucia; el menor de los hermanos, Auca, era muy provocador y siempre se metía en problemas.

Por petición de su padre, el dios Sol, los hermanos debían encontrar una tierra fértil para fundar un gran pueblo. Así, los Ayar y sus esposas salieron para cumplir con su cometido.

Los hermanos Ayar no hacían otra cosa que discutir. Tenían envidia de Chachi, el más valeroso. En una ocasión, los tres hermanos quisieron deshacerse de él y lo encerraron en una cueva, donde quedó convertido en piedra por una maldición.

Después de un tiempo, Uchu y Auca, también se perdieron en el camino. Ayar Manco, junto con las esposas, llegó a un valle hermoso y fértil. Allí posó su bastón de oro, el cual se hundió fácilmente. Esto indicaba que ese era el lugar idóneo para crear la ciudad más grande de Tahuantinsuyo, el Imperio Inca.

Esta antigua leyenda Inca es conocida en Cuzco.

Cusco o Cuzco proviene de la palabra quechua “Qosqo”, la cual significa “ombligo” o “centro del universo”. Su nombre se debe a que fue capital del Imperio Inca, de aquí esta leyenda que explica cómo se fundó a través de la narración de los cuatro hermanos Ayar.

7. Azucena

Cuenta la narración que, en la ruta que une las ciudades de Iquitos y Nauta, deambula el espectro de una joven de unos 22 años. Se dice que la muchacha transitaba por el lugar y tuvo un accidente con su auto que acabó con su vida.

Dicen que se aparece a los hombres que transitan por allí y que, cuando esto ocurre, sus vidas están en peligro. Según cuentan, la joven podría estar buscando asesinar a unos 12 hombres para encontrar su descanso eterno.

Las carreteras son, en algunas ocasiones, lugares misteriosos a partir de los cuales se fraguan leyendas urbanas como esta. En el departamento de Loreto, hay una ruta llamada LO-103, que une varias localidades y ha sido escenario de supuestos sucesos paranormales que atemorizan a quienes transitan por la noche.

La leyenda cuenta con varias versiones que cambian, especialmente, las circunstancias de la muerte de la joven.

8. Huascarán y Huandoy

El dios Inti (el sol) tenía una hermosa hija llamada Huandoy. Su padre tenía previsto casarla con algún dios que poseyera las mismas cualidades que ella. En cambio, la joven se enamoró de Huascarán, un príncipe mortal.

Los muchachos se veían a escondidas y estaban cada vez más enamorados. Un día, el romance llegó a los oídos de Inti y este le pidió a su hija que se olvidara de Huascarán. Huandoy no lo hizo y continuó con su romance.

Inti sintió tanta rabia que maldijo esa historia de amor y condenó a los jóvenes a vivir separados eternamente. Por eso, les convirtió en dos grandes montañas y las cubrió con nieve para enfriar su amor. En medio de estos montes puso un valle muy estrecho para que se pudiesen ver pero no tocar.

Dice la leyenda que, los enamorados funden la nieve en forma de gotas para expresar su dolor. Su amor se une en un lago de color turquesa conocido como Llanguanuco.

En Perú, en la Región de la Cordillera de los Andes, se alzan dos imponentes montes nevados, el Huandoy y el Huascarán. El lago conocido como Llanganuco separa estas montañas.

Esta antigua leyenda andina trata de dar una explicación acerca del origen de estas formaciones montañosas a través de una historia de amor.

9. Niño Compadrito

Dice la narración que, el Niño compadrito, una figura venerada en Cuzco que tiene aspecto de esqueleto, era el hijo de un virrey español y de una princesa incaica. Es por ello que se dice que tiene capacidad de hacer el bien y el mal.

A principios de los años 70 del siglo XX, un obispo ordenó el traslado de su imagen a Huayabamba, una región de San Martín (Perú), donde fue escondida. Años más tarde, este obispo perdió la vida en un accidente. Este hecho fue interpretado, por los más fieles del compadrito, como un acto de venganza.

En Cuzco hay una figura que es objeto de devoción por algunos habitantes, se trata del conocido como Niño Compadrito o Niño del Cuzco. Es una imagen en forma de esqueleto y de pelo largo, al que muchos van a pedirle favores afirmando que los cumple.

Esta leyenda, surgida durante el virreinato, trata de dar una explicación al origen de esta imagen.

10. La princesa Acafala

Cuenta la leyenda que, hace mucho tiempo, vivió en Perú una princesa engreída, valiente y decidida llamada Acafala. A menudo, contemplaba su gran belleza, pues tenía unos preciosos ojos verdes y una hermosa melena negra.

Acafala solía mirar las estrellas y exclamaba: “Ninguna es tan bella como yo”. Su familia, que deseaba casarla, se cansó de que rechazara a todos los pretendientes porque, a sus ojos, ninguno alcanzaba su belleza. La joven no quería contraer matrimonio, pues pensaba que la única persona a la que podía amar era a ella misma.

Una noche, Acafala decidió escaparse para evitar que sus padres la casaran. En la playa, la joven gritó al cielo:

—¡Miradme, luna y estrellas! ¿Por qué tendría que casarme con nadie? ¡Nadie podrá superar nunca mi belleza! ¡Yo solo quiero que me admiren!

La luna, cansada de la actitud vanidosa de la joven, utilizó su magia para convertirla en una estrella. Pero, en lugar de mandarla al universo para que brillara, la envió al fondo del océano, convirtiéndola en la primera estrella de mar. En las profundidades, Acafala ya no podía brillar, ya nadie podía admirar su belleza.

Esta antigua narración indígena aporta una lección acerca de los riesgos de ser vanidoso. A través de la experiencia de una joven princesa peruana entendemos que la belleza exterior no es lo más importante, sino la interior. Además, esta breve historia trata de dar una explicación acerca del origen de las estrellas de mar.

11. Leyenda de la laguna de Mancapozo

Dice la narración que en la laguna de Mancapozo, ubicada entre Malconga y Shismay, habitaba una gran serpiente, conocida como Huaracuy.

Esta serpiente se encargaba de guardar los tesoros escondidos en la laguna. Cuenta la leyenda que en época de fuertes lluvias aprovechaba para salir y llevarse a algunas personas, quienes le servían como alimento.

En la región de Huánuco se encuentra la impresionante laguna de Mancapozo. Esta antigua leyenda, difundida entre los locales de la zona, tiene como protagonista a una serpiente que, presuntamente, se encarga de guardar los tesoros que allí se oculta. Esta historia envuelve de misterio y riqueza este precioso paraje peruano.

12. El niño encantado

Dice la narración que, un joven pastor de 12 años andaba con su rebaño en las proximidades de la laguna Lacshacosah. A la hora de la comida, vio que no tenía su ración de maíz y carne, pues alguien se la había quitado. El muchacho lloraba desconsolado cuando, de repente, apareció una joven desde las profundidades del agua.

La muchacha lo invitó a acompañarla prometiéndole alimento. El joven accedió y los dos se adentraron al agua.

Pasaron los días y, al ver que el joven no volvía, sus padres iniciaron su búsqueda. En la laguna solo vieron su rebaño, pero no había rastro del muchacho. Pasó el tiempo y los padres llegaron al exterior de una cueva, allí vieron a su hijo aparecer del interior junto a una joven.

El padre vio que su hijo estaba hechizado. Para romper el encanto, puso una bufanda de lana vicuña en su cuello. Una vez, desencantado, el joven les contó a sus padres que llegó a la cueva a través de las profundidades del lago mientras buscaba alimento.

En Cajatambo, una pequeña localidad del departamento de lima, existe esta antigua narración en torno a la laguna de Lacshacosah. La historia dota de encanto y misterio a este lugar a través de esta leyenda sobre un niño encantado y de una laguna conectada a una cueva.

Referencias bibliográficas:

  • Arguedas, J. M. & Ríos, F. I. (2009). Mitos, leyendas y cuentos peruanos. Siruela.
  • F., R. F. (2020). Mitos y leyendas del Perú (4.a ed.).
  • Ibáñez, J. M. (2009). Enigmas y misterios. 13 lugares malditos. Es Ediciones.

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Marián Ortiz
Marián Ortiz
Graduada en Comunicación Audiovisual (2016) por la Universidad de Granada, con máster en Guion, Narrativa y Creatividad Audiovisual (2017) de la Universidad de Sevilla.