7 maravillosas leyendas sobre la naturaleza
A través de la historia, el ser humano ha intentado explicar los fenómenos que desconoce a través de relatos que pasaron a formar parte de la tradición oral. Así, existe una amplia gama de mitos y leyendas que forman parte del patrimonio inmaterial del mundo.
A continuación, se pueden encontrar siete leyendas que narran hechos relacionados con el mundo natural. De este modo, se analizan los orígenes de ciertos fenómenos o especies.
1. El origen de la primavera
Deméter, diosa de la agricultura, tenía una bella hija llamada Perséfone. Hades, dios del inframundo, se enamoró de Perséfone y decidió raptarla en uno de sus paseos. Aunque la joven pidió auxilio, nadie la ayudó. Su madre, desesperada, la buscó incansablemente sin lograr ningún resultado.
Cuando se enteró de que Hades la había raptado se desató su furia, ya que le era imposible acceder al reino de los muertos. Por ello, se alejó del Olimpo y divagó sola por mucho tiempo.
Su tristeza provocó un desastre para todos los seres vivos, pues se generó una sequía que afectó los cultivos y provocó escasez de alimentos. Ante esto, Zeus tuvo que intervenir para convencer a Hades de que devolviera a la joven.
Antes de hacerlo, el dios la engañó para que comiera una semilla de granada que haría necesario su regreso. Así, se acordó que Perséfone pasaría un periodo en la tierra con Deméter y el resto con su esposo en el inframundo.
Este mito griego funciona como una alegoría de la naturaleza y sus estaciones. Deméter era considerada la diosa de la agricultura y el invierno se explicaba por la tristeza de perder a su hija, quien debía regresar con su esposo al inframundo. Cuando la joven volvía junto a su madre, la naturaleza despertaba y llegaba la primavera.
Asimismo, es una metáfora sobre el cultivo, ya que muestra el momento en que la semilla se hunde y desaparece bajo la tierra. Pasado cierto tiempo, está lista para aflorar y entregar alimento a los humanos.
2. La serpiente que ocasiona temblores
Hace mucho tiempo existió en la tierra una serpiente de colores hermosos como el arcoiris. Era brillante, muy larga y tenía un don que la hacía muy especial: su cola era un manantial y estaba hecha del agua más pura y cristalina del mundo.
Cada vez que se movía emitía un sonido que anunciaba su llegada. Todos se alegraban, pues su presencia significaba bonanza, ya que era fuente de vida.
Sin embargo, los hombres comenzaron a pelear y la serpiente desapareció acarreando sequía y hambruna. Cuando el conflicto se acabó, ella regresó e hizo revivir los campos.
Desafortunadamente, una nueva lucha surgió y esta vez duró años, haciendo que la serpiente se escondiera para siempre. Se dice que se ocultó debajo de la tierra. De vez en cuando, sale para ver la superficie, pero al ver que los humanos no son capaces de vivir en armonía, con su cuerpo hace temblar para llamar su atención. De este modo, cuando la paz regrese al mundo, ella volverá para traer nuevamente alegría.
Esta leyenda de origen maya sirve para explicar el fenómeno de los sismos. Un aspecto importante del relato es la mención a los enfrentamientos entre los humanos, pues aboga por un mundo en el que exista la paz.
3. Toborochi
Araverá, la hija del cacique, se casó con el dios Colibrí. Muy felices y enamorados, esperaban el nacimiento de su primer hijo que, según las predicciones, crecería para convertirse en un famoso chamán.
Sin embargo, los Añas, deidades malignas, querían acabar con ese niño que podría amenazar su fuerza. Asustada, Araverá huyó en una silla voladora que le había regalado su esposo. Para su mala fortuna, los Añas resultaron ser implacables y la buscaron por todos lados.
Así, volvió al bosque cercano a su aldea y se ocultó dentro de un toborochi que la acogió amablemente y poco a poco fue tomando la forma de su panza.
Finalmente, Araverá pudo dar a luz a un chico fuerte que podría cumplir su destino. No obstante, ella decidió quedarse dentro del árbol y se convirtió en parte de su esencia. De todos modos, cada año sale en forma de flor para encontrarse con su amado colibrí que se alimenta de ella con su néctar y da paso a la nueva vida.
Esta leyenda de origen guaraní sirve para explicar la peculiar forma de una especie típica de Bolivia. El toborochi es un arbol nativo de Santa Cruz de la Sierra que posee una forma redondeada y florece en la víspera del otoño con bellas flores de color rosado.
4. La Flor Añañuca
En la localidad de Monte Patria vivía una bella joven llamada Añañuca a la que todos cortejaban, pero ella no parecía impresionada por nadie.
Un día, pasó por allí un minero en busca de oportunidades y fue amor a primera vista. Por ello, decidió quedarse a vivir con la chica y fueron muy felices durante un tiempo. Sin embargo, una noche el hombre tuvo un extraño sueño en el que un duende le enseñaba el lugar exacto de una veta de oro. Como aquella había sido la razón de su viaje y deseaba volverse rico, se levantó temprano y se dirigió al lugar con la promesa de volver.
Pasó el tiempo y nunca más se supo de él. Añañuca entristeció tanto, que al poco tiempo murió. La gente del pueblo la enterró un día de lluvia. A la mañana siguiente, su tumba estaba llena de hermosas flores rojas que nadie jamás había visto, por lo que la bautizaron en su honor.
Esta leyenda sirve para explicar el origen de una flor que crece únicamente en el norte de Chile. Debido a su belleza y a que florece en parajes desérticos, se originó una historia en la que se ensalza el poder de trascendencia del amor.
5. La serpiente arcoiris
Al principio, el mundo era un lugar plano y vacío. Cuando la Serpiente despertó y salió de su madriguera, comenzó a serpentear, tallando profundos valles y elevando las montañas.
Luego llamó a las ranas que estaban escondidas en la profundidad con sus barrigas llenas de agua. Les hizo cosquillas para que escupiesen el líquido que regó la tierra e hizo crecer todo tipo de vegetación. Con ello, todos los demás animales despertaron y comenzaron a vivir.
Tras finalizar tan pesada tarea, la Serpiente Arcoiris se sintió cansada y se deslizó dentro de una profunda poza. Se dice que después de las tormentas, se despierta para buscar un nuevo lugar para dormir. En su vuelo, ilumina el cielo con sus vistosas rayas de colores que los humanos ven como un arcoiris.
En la mitología aborigen de Australia la Serpiente Arcoiris es la fuente de la vida en la tierra y esta historia sirve para explicar el fenómeno visual de los arcoiris.
6. Iztaccíhuatl y Popocatépetl
Hace muchos años existió una doncella llamada Iztaccíhuatl, hija del rey de un gran señorío. Al reino llegaron guerreros ofreciendo sus servicios y después de muchas pruebas, fueron admitidos. Se ofreció un banquete de celebración y allí la princesa conoció a Popocatépetl, que se convertiría en el mejor guerrero.
Los jóvenes se enamoraron y sus días se llenaron de inquietud. El rey se dio cuenta de esta situación y le prometió a Popocatépetl la mano de su hija, si es que era capaz de someter a un poblado que se negaba a rendirse a sus órdenes. Si lograba traerle la cabeza de aquel rey enemigo clavada en un lanza, la princesa y el reino serían suyos.
El joven se puso en marcha, pero el poblado quedaba muy lejos y la guerra fue muy larga. Con el tiempo, el rey decidió que lo más prudente era que su hija se casara con un príncipe y la ofreció en matrimonio. Iztaccíhuatl enfermó y a los pocos días murió.
En ese momento, regresó el guerrero de su batalla, anunciando su victoria. Al ver que su amada había muerto, la tomó en brazos y la llevó a la montaña más alta, se arrodilló a su lado y decidió custodiarla por siempre.
Esa noche, los dioses convirtieron los cuerpos de ambos en volcanes. Desde entonces, Iztaccíhuatl yace con sus cabellos extendidos, cubierta de nieve, mientras a su lado se encuentra Popocatépetl, que emana fuego de su cráter y espera a que despierte su princesa.
En la tradición azteca se buscó explicar el origen de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, que adornaban el paisaje con su magnificencia. Además, se necesitaba entender por qué Popocatépetl estaba activo e Iztaccíhuatl no.
7. El origen de los tsunamis
En la antiguedad existía una ballena gigante llamada Amemasu. Habitaba el lago Mashu y debido a su enorme tamaño era capaz de contener las aguas del Océano Pacífico.
Un dia, un cervatillo se acercó a beber de las aguas del lago y fue devorado en un solo bocado por Amemasu. Como no tuvo tiempo de ser digerido, el cervatillo se encontró desesperado dentro de la gran criatura. Por ello, comenzó a llorar lágrimas tan puras que perforaron el estómago de su depredador y lo mataron, dejándolo en libertad.
Un pájaro fue testigo de estos hechos y se apresuró al poblado más cercano para advertir a la gente y que así pudieran resguardarse. Sin el cuerpo de Amemasu ya no había nada que detuviera al mar.
La aldea de Ainu obedeció de inmediato y subieron a sitios altos para evitar la tragedia. Sin embargo, los otros poblados acudieron a ver qué pasaba. Allí encontraron el cuerpo de la criatura y decidieron comérselo.
Esto despertó la ira de su espíritu y provocó un tsunami que destruyó toda la vida a su alcance. Los únicos sobrevivientes fueron los Ainu, que hasta hoy cuentan cómo los tsunamis ocurren debido a la falta de respeto hacia los animales marítimos. Cuando esto ocurre, el espíritu de Amemasu deja pasar las aguas como advertencia hacia las personas.
Esta leyenda japonesa del pueblo Ainu busca explicar el origen de los tsunamis, desastres naturales que ocurren de manera seguida, debido a la situación geológica del país.
Bibliografía:
- Ferrada, María José (ed). (2018). Cuentos japoneses. Montacerdos.
- García Esperón, Amanda. (2020). Diccionario de Mitos de América. Ediciones El Naranjo.
- Graves, Robert. (2016). Los mitos griegos. Ariel.
- Pérez, Floridor. (1992). Mitos y leyendas de Chile. Zig Zag.
- Ramírez, Castañeda, Elisa. (2021). Mitos y cuentos indígenas de México. Fondo de Cultura Económica.
- Willey, Leah y Katherine Pitt (2020). Mitopedia. Una enciclopedia de seres míticos y sus mágicas historias. Blume.
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