Las 7 leyendas más populares de Bolivia


Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana
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La tradición oral forma parte del patrimonio cultural de cada pueblo. En Bolivia existe un folclore asociado a criaturas y relatos que definen su identidad y su forma de entender la vida.

Desde seres e historias ligados a los pueblos prehispánicos hasta manifestaciones ligadas al ámbito religioso, el siguiente listado muestra la riqueza de esta nación.

1. Lari lari

El Lari lari parece una criatura mitológica, pues es una mezcla de felino y ave. Sólo se le puede ver por las noches, donde acecha para buscar sus presas. Sus favoritos son los recién nacidos que no han sido bautizados.

Su mirada es intensa y si alguien le mira directamente a los ojos cae en su hechizo. Lo más inquietante es que tiene voz humana y su canto produce somnolencia en quienes lo escuchan. Así, cuando sus víctimas se duermen, les arrebata el alma.

Esta leyenda proviene de las regiones andinas de Bolivia y Perú, por lo que en algunas versiones cambian ciertos detalles. Su origen se remonta a la cultura Aimara, para quienes era un gato con cola de fuego. De este modo, lo asociaban con las estrellas fugaces, pues aparecía intempestivamente para enfermar a las personas.

Para ahuyentarlos se recomienda poner cuernos de toro y se dice que los gatos negros lo espantan.

2. Toborochi

Árbol toborochi
Árbol Toborochi

El toborochi es un arbol nativo de Santa Cruz de la Sierra que posee una forma bastante peculiar y florece en la víspera del otoño con bellas flores de color rosado.

Según la leyenda de origen guaraní, Araverá, la hija del cacique, se casó con el dios Colibrí. Muy felices y enamorados, esperaban el nacimiento de su primer hijo que, según las predicciones, crecería para convertirse en un famoso chamán.

Sin embargo, los Añas, deidades malignas, querían acabar con ese niño que podría amenazar su fuerza. Asustada, Araverá huyó en una silla voladora que le había regalado su esposo. Para su mala fortuna, los Añas resultaron ser implacables y la buscaron por todos lados.

Así, volvió al bosque cercano a su aldea y se ocultó dentro de un toborochi que la acogió amablemente y poco a poco fue tomando la forma de su panza.

Finalmente, Araverá pudo dar a luz a un chico fuerte que podría cumplir su destino. No obstante, ella decidió quedarse dentro del árbol y se convirtió en parte de su esencia. De todos modos, cada año sale en forma de flor para encontrarse con su amado colibrí que se alimenta de ella con su néctar y da paso a la nueva vida.

3. Kari kari

Este es uno de los seres más temidos de la tradición popular boliviana. El kari kari habita en los valles donde ataca a los viajeros solitarios, a los que les extrae la grasa del cuerpo.

Primero, los adormece con sus rezos. Cuando entran en un sueño profundo, dispone sus implementos, en algunas versiones un cuchillo y en otras una jeringa, y se dedica a succionar a la persona.

Se dice que tiene la forma de un ser humano normal, pero que algunas veces puede transformarse en una oveja. Para evitar su ataque, se recomienda fumar tabaco, mascar coca o portar dientes de ajo.

4. Chiru chiru

Carnaval de Oruro
Carnaval de Oruro

Esta leyenda está asociada a la ciudad de Oruro y a ella se debe la celebración anual de un carnaval. Alrededor del siglo XVIII en una cueva del cerro Pie de Gallo, vivía un hombre al que llamaban Chiru Chiru. Recibió este nombre por su cabello alborotado, parecido al del nido de un pájaro de esa zona del mismo nombre.

Era una especie de Robin Hood, pues se dedicaba a robar a los ricos y repartía el botín entre los desposeídos de la villa cercana a donde residía.

Un día dejaron de verlo en el pueblo y fueron en su búsqueda. El Chiru chiru había sido herido en una de sus fechorías y alcanzó a huir hasta su guarida donde murió.

Allí encontraron su cuerpo y sobre él, la imagen de la Virgen del Socavón. Debido a esta aparición divina, se comenzó a celebrar el Carnaval de Oruro, donde se baila y celebra a la Virgen.

5. Jichi

Corresponde a una especie de deidad, guardiana del agua y, por tanto, responsable del origen de la vida. Se la describe como una serpiente gigante que habita en las profundidades de lagunas y vertientes.

Este ser cumple la función de regular el uso de los recursos naturales, asegurando que sea para las necesidades básicas y no para su explotación. Por ello, es el responsable de las sequías.

Rara vez se deja ver por los humanos y sólo es posible divisarla durante las noches.

6. Guajojó

Guajojó
Guajojó

Esta es una historia de amor fallido. Se cuenta que una bella chica, hija de un cacique, se enamoró de uno de los jóvenes de su tribu. Sin embargo, su padre consideró que no era suficiente para ser su.pretendiente. Por ello, utilizó sus poderes de hechicero y elaboró un plan para deshacerse de este hombre.

Cuando la muchacha se dio cuenta de la desaparición, fue a la selva en su búsqueda y se enteró de su muerte. Así, se enfrentó a su padre y lo amenazó con contar el horrible crimen. Para impedirlo, el cacique transformó a su hija en un ave que hasta hoy es reconocida por un canto que asemeja a un triste lamento.

Se dice que si se posa cerca de una casa o una persona, es para anunciar la desgracia o la muerte.

7. La cueva del diablo de Potosí

Festividad de Chutillos
Festividad de Chutillos

En la quebrada de San Bartolomé se encuentra la famosa Cueva del diablo. Allí destaca una mancha de color verde oscuro que, según la creencia popular, fue la marca que dejó el diablo cuando huía de San Bartolomé.

Antes de que interviniera el santo, quienes pasaban por allí se perdían por la influencia demoníaca que habitaba la zona. Para remediar esta situación, se instaló allí una imagen de San Bartolomé que hizo que el diablo huyera.

Desde entonces, cada 24 de agosto se celebra la Festividad de Chutillos para honrar al santo salvador que se extiende durante toda la semana.

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Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana. Diplomada en Teoría y Crítica de Cine. Profesora de talleres literarios y correctora de estilo.