Realismo mágico: qué es, características y autores


Catalina Arancibia Durán
Revisado por Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana

El realismo mágico es un movimiento literario que tuvo su origen en América Latina hacia la década de 1930. Aunque alcanzó su apogeo entre 1960 y 1970, cuando coincidió con la generación del boom latinoamericano.

El término fue acuñado por el escritor venezolano Arturo Uslar Pietri en su libro Letras y hombres de Venezuela, publicado en 1947. Sin embargo, el nombre generó una larga polémica que fue resulta años más tarde.

Pietri afirmó que aquel nombre había surgido de su memoria inconsciente. Alguna vez había leído un texto del crítico alemán Franz Roh, en el que usaba realismo mágico para describir un estilo pictórico postexpresionista. La aclaratoria fue necesaria para que se comprendiera que no había ni una relación entre ambos movimientos ni un objetivo compartido.

¿Qué es el realismo mágico?

remedios la bella
Helena Pérez García: Remedios, la bella. Ilustración basada en un pasaje de Cien años de soledad.

El realismo mágico es un tipo de narrativa en la que lo extraño y peculiar se presenta como algo cotidiano. De este modo, es una narración basada en la observación de la realidad, donde tienen cabida singularidades y extrañezas dentro de la normalidad.

Esa realidad es posible en el contexto de América Latina, en cuya sociedad se enfrentan el pensamiento simbólico y el pensamiento técnico modernizador. Esta mezcla proviene de una historia vertiginosa signada por la yuxtaposición cultural, el mestizaje y la patente heterogeneidad.

Uslar Pietri insiste en separar conceptualmente el realismo mágico latinoamericano de otras estéticas aparentemente similares. Así, se aparta de quienes ven un antecedente en obras como Las mil y una noches o en el género de las novelas de caballería.

Para el escritor venezolano, no se trata una sustitución de la realidad por un mundo alterno, como en los ejemplos citados. El realismo mágico describe un fenómeno existente al que el autor califica como extraordinario.

El punto de origen

El realismo mágico surge como contestación a una tradición literaria descriptiva e imitativa que dominaba en Latinoamérica, como las corrientes del romanticismo, el modernismo y el costumbrismo.

Estas corrientes aún no lograban hacerse cargo del comlplejo universo de la realidad latinoamericana. En cambio, el realismo mágico cuestionaba “la fantasía escapista” de la estética modernista tanto como el pintoresquismo de la literatura costumbrista.

El autor afirma que no se trata de que el realismo mágico hubiera sido una invención, sino más bien un reconocimiento, un “retrato de una situación peculiar”.

Características del realismo mágico

realismo mágico

Desde este punto de vista, algunas de las principales características del realismo mágico son:

  • Parte de la observación de la realidad.
  • Incorpora el universo de valores simbólicos de las culturas latinoamericanas, a las que reconoce como parte de esa realidad, sin apelar a una mirada vertical.
  • Normaliza las peculiaridades en lugar de sustituir la realidad por un mundo fantástico o alterno.
  • El narrador no ofrece explicaciones sobre los acontecimientos insólitos.
  • Los personajes no demuestran extrañeza ante los fenómenos insólitos.
  • Valora la percepción sensorial de la realidad.
  • Rompe la linealidad temporal del relato.
  • Expone realidades yuxtapuestas.
  • Tiende a desarrollar ampliamente la metaficción.

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Lo real maravilloso

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En 1949, dos años después de que Arturo Uslar Pietri acuñara el término realismo mágico, Alejo Carpentier introdujo la noción de lo real maravilloso para referir la nueva literatura que se gestaba en Latinoamérica.

Con esto se apartaba abiertamente de cualquier interferencia semántica con el concepto de realismo mágico europeo. A su vez, se alejaba del prejuicio según el cual esa nueva literatura habría sido una interpretación latinoamericana del surrealismo.

Según el escritor cubano, la acepción del realismo mágico pictórico se refiere a la combinación de formas tomadas de la realidad de tal manera que no se ajustan a la normalidad. Asimismo, el surrealismo se basa en la literatura psicoanalítica para construir una “sensación” de singularidad.

Por el contrario, lo real maravilloso latinoamericano plantea que "lo insólito es cotidiano”. Así, Carpentier define lo maravilloso como algo extraordinario, que no tiene por qué ser ni bello ni amable.

El escritor señala que América Latina necesitaba tiempo para buscar un vocabulario que permitiese expresar aquella realidad desbordante. Por tanto, afirma:

Y maravillados por lo visto, se encuentran los conquistadores con un problema que vamos a confrontar nosotros, los escritores de América, muchos siglos más tarde. Y es la búsqueda del vocabulario para traducir aquello. Yo encuentro que hay algo hermosamente dramático, casi trágico, en una frase que Hernán Cortés escribe en sus Cartas de Relación dirigidas a Carlos V. (…): “Por no saber poner los nombres a estas cosas, no los expreso”; y dice de la cultura indígena: “No hay lengua humana que sepa explicar las grandezas y particularidades de ella”. Luego para entender, interpretar este nuevo mundo hacía falta un vocabulario nuevo al hombre, pero además –porque sin el uno no existe lo otro–, una óptica nueva.

El debate entre el realismo mágico y lo real maravilloso

Con ambos términos surge un largo debate en el que se cuestiona si el concepto de realismo mágico es equivalente a lo real maravilloso.

La investigadora Alicia Llarena en su ensayo Un balance crítico: la polémica del realismo mágico y lo real maravilloso americano (1955-1993), sostiene que existe una diferencia.

Para ella, en el realismo mágico predomina una perspectiva fenomenológica, mientras que en lo real maravilloso predomina una perspectiva ontológica. El primero describe la realidad plural y el segundo reflexiona sobre el ser inscrito en esa realidad plural.

Dado que ambos conceptos comparten el mismo interés, algunos críticos han propuesto reunirlos en una expresión sincrética como “realismo maravilloso” o “realismo mágico maravilloso”.

Principales autores y obras del realismo mágico

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Arriba: Asturias, Carpentier y Uslar Pietri. Abajo: Garro, Rulfo y García Márquez.

Entre los principales representantes y obras del realismo mágico, podemos mencionar los siguientes:

  • Miguel Ángel Asturias, Guatemala (1899-1974). Fue escritor, diplomático y periodista. Destacó por haber llamado la atención sobre las culturas indígenas en América Latina. Se le considera precursor del boom latinoamericano. Entre sus obras más emblemáticas están Hombres de maíz y Señor presidente.
  • Alejo Carpentier, Cuba (1904-1980). Fue escritor, periodista y musicólogo. Introdujo la noción de los real maravilloso y del neobarroco latinoamericano. Entre sus obras se cuentan: El reino de este mundo; Los pasos perdidos y Concierto barroco.
  • Arturo Uslar Pietri, Venezuela (1906-2001). Fue escritor, periodista, abogado, filósofo y político venezolano. Acuñó el término de realismo mágico para definir el fenómeno de la nueva literatura latinoamericana del siglo XX. Entre sus obras literarias destacan: La lluvia y Las lanzas coloradas.
  • Elena Garro, México (1916-1998). Escritora, dramaturgo, guionista y periodista. Su trabajo literario ha sido clasificado por la crítica como realismo mágico, aunque ella no se sentía a gusto con esta etiqueta. Entre sus obras destacan Los recuerdos del porvenir y La semana de los colores.
  • Juan Rulfo, México (1917-1986). Ejerció como escritor, guionista y fotógrafo. Su obra es considerada como un punto de inflexión en la literatura mexicana, al marcar el fin de la literatura revolucionaria. Entre sus trabajos narrativos más importantes destacan Pedro Páramo y El llano en llamas.
  • Gabriel García Márquez, Colombia (1927-2014). Conocido como el Gabo, fue también periodista, guionista y editor, ganador del premio Nobel de literatura. Su novela Cien años de soledad es considerada la máxima referencia del realismo mágico. También escribió títulos fundamentales como Crónica de una muerte anunciada, El coronel no tiene quien le escriba y Amor en los tiempos del cólera.

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Catalina Arancibia Durán
Revisado por Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana. Diplomada en Teoría y Crítica de Cine. Profesora de talleres literarios y correctora de estilo.
Andrea Imaginario
Editado por Andrea Imaginario
Profesora universitaria, cantante, licenciada en Artes (mención Promoción Cultural), con maestría en Literatura Comparada por la Universidad Central de Venezuela, y doctoranda en Historia en la Universidad Autónoma de Lisboa.