Poema Los amorosos de Jaime Sabines y su análisis

Adriana Morales
Adriana Morales
Licenciada en Letras
Tiempo de lectura: 7 min.

El poema Los amorosos de Jaime Sabines fue publicado en el año 1949 en su primer poemario titulado Horal. Dicho poema ha sido uno de los escritos más reconocidos y citados del autor.

Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.

Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.

Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.

Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.

Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.

Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.

Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.

Es uno de los poemas más conocidos y recitados e, incluso, que en diversas películas, campañas publicitarias y canciones se han citado versos de este.

Los amorosos es un poema que debe ser leído en silencio y lentamente. Evoca un ir y venir de un sentimiento universal, el amor, que todos los seres humanos sentimos pero que muchas veces no sabemos dónde buscar, a quién dar o cómo vivir.

Análisis de Los amorosos

La poesía es una expresión literaria y artística a través de la cual los poetas y demás escritores expresan infinidad de sentimientos y reconfiguran centenares de escenarios y experiencias vividas a lo largo de sus vidas.

Los poemas pueden, entonces, tratar diversos temas y reflexiones. En este caso, Sabines escribió un poema cuyo objeto o tema principal es el amor y muchas de las tantas cosas que este sentimiento conlleva que sean realizadas por las personas.

Los amorosos posee una composición poética de ocho estrofas, de rima libre. Las primeras cuatro estrofas contienen seis versos, las estrofas número cinco y seis poseen nueve versos, la séptima estrofa tienen diez versos y la octava ocho versos.

Quizás esta particularidad deriva de la manera en que surgió el poema, el cual, según el propio autor, fue escrito en un momento de inspiración y este fue el resultado.

Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.

Sin embargo, aunque la rima a lo largo del poema es libre, se pueden encontrar versos que contienen una rima interior, como, por ejemplo:

entregándose, dándose a cada rato...
a tatuar el humo, a no irse...
y se van llorando, llorando...

Los amorosos es un poema que transmite alegría y dolor entre sus versos. Sabines se dedica a exponer qué siente un ser en la búsqueda del amor, cómo la vive y cómo la interpreta.

Al inicio del poema, el sujeto parece ser la voz del propio autor, pero, a medida que se avanza en la lectura, cambia y se resalta la voz de los amorosos, de aquellos hombres que están en la búsqueda del amor perfecto.

En Los amorosos los individuos están en una constante búsqueda, pero sin hallar aún lo que realmente desean, quizás porque no son capaces de dar lo mismo que reciben o porque aunque consigan a su alma gemela, todavía así, el sentimiento del amor es tan fuerte que lo hace insoportable y difícil de sobrellevar.

Todas las personas están en la búsqueda de dar amor y ser amadas, en consecuencia, andan constantemente trabajando en ello más allá de que lo logren o no. Sin embargo, en Los amorosos, el poeta parece dejar claro que no se encontrará el amor o, por lo menos, como los amorosos lo están buscando.

Para embellecer aún más el poema, Sabines se apoya en el empleo de diversas figuras literarias con el fin enriquecer el texto y expresar el dolor o la tristeza que sienten los amorosos al no hallar aquello que tanto anhelan.

Por ello, a lo largo de los versos se pueden identificar diferentes figuras literarias como la metáfora, la comparación, el oxímoron, entre otras.

Metáfora:

Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse…

Anáfora:

Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor como en una lámpara de inagotable aceite...

Comparación:

Los amorosos andan como locos...

Hipérbole:

Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,…

El uso de figuras literarias es una estrategia que enriquece los versos e involucra más a los lectores en el ritmo de la lectura del poema.

Sabines, en su poema Los amorosos, supo jugar en cada verso con el orden de las palabras a fin de que el lector no solo leyera sino que también pudiese imaginar y sentir cómo un enamorado casanova vive en función del amor.

Jaime Sabines fue un poeta y político mexicano. Nació el 25 de marzo de 1926 y falleció el 19 de marzo de 1999, con 72 años de edad y tras sobrellevar varios años de enfermedad. Sabines es reconocido como uno de los poetas mexicanos más importantes del siglo XX.

Su obra literaria es altamente apreciada y reconocida por importantes autores y poetas como, por ejemplo, Octavio Paz, quien le reconoce como uno de los mejores poetas de su tiempo y de su lengua.

Sabines, además de ser poeta, también se involucró en el área de la política y llegó a desempeñarse como diputado por algunos años, sin dejar de lado su creación literaria.

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Adriana Morales
Adriana Morales
Licenciada en letras de la Universidad Central de Venezuela (2008), con Maestría en Gestión y Políticas Culturales (2016) y diplomado de Edición de libros (2011).