12 leyendas mexicanas cortas para leer con los niños


Marián Ortiz
Marián Ortiz
Especialista en Medios Audiovisuales

En el folclor mexicano, encontramos una gran riqueza de leyendas y mitos. Muchas de estas historias, son ideales para transmitir a los más pequeños.

Aquí te proponemos una selección de 12 leyendas mexicanas cortas, relatos legendarios y mitológicos que forman parte de México y de las culturas prehispánicas, perfectas para fomentar la creatividad de los niños mientras se divierten.

1. La llorona

Esta popular leyenda de terror está muy extendida en México y también en otros países de Latinoamérica. No hay certezas acerca de su origen, pero sí diferentes versiones según el lugar.

A continuación, presentamos una versión corta de esta leyenda, adaptada para los más pequeños. Ideal para aquellos que disfruten con las historias de miedo.

Narra la leyenda que, por las calles de Xochimilco en México, cada noche caminaba una mujer vestida de blanco buscando a sus niños.

Los vecinos del pueblo permanecían en sus casas atemorizados mientras escuchaban el llanto de la mujer.

Dice la historia que, en el pasado, la mujer fue abandonada por su esposo y se quedó cuidando sola a sus hijos. Un día, mientras estaban en el río, los niños desaparecieron en el agua y la mujer no pudo rescatarlos.

Desde entonces, el alma en pena de la mujer recorre las calles y las plazas de Xochimilco para buscar a los pequeños.

2. La leyenda de la fundación de Tenochtitlán

Del período prehispánico, aún permanecen relatos como este que tratan de dar una explicación a la llegada de los aztecas al sitio donde fundaron la ciudad de Tenochtitlán. Este lugar, donde ahora se encuentra ubicada la Ciudad de México, ha dado lugar a diferentes narraciones que mezclan lo histórico con lo legendario.

Cuenta la leyenda que, hace muchos años, los pobladores de la mítica ciudad de Aztlán iniciaron una misión encomendada por el dios Huitzilopochtli: encontrar un águila posada sobre un nopal. Entonces, hallarían el lugar donde debían fundar un nuevo pueblo donde vivir.

Los habitantes anduvieron durante años y se convirtieron en peregrinos.

Un día, en los alrededores del lago Texcoco encontraron la señal que les había dicho su dios. Esta se encontraba en mitad del lago. El águila, que estaba situada en un nopal, extendió sus enormes alas.

En ese lugar, que les proporcionaría agua y alimento, fue donde fundaron una nueva ciudad, la de Tenochtitlán. Pronto, se convirtió en uno de los lugares más importantes y una de las ciudades más pobladas de la época.

3. Leyenda de la flor de cempasúchil

En el Día de Muertos, la flor de cempasúchil, una especie autóctona de México, decora altares y tumbas.

Es una flor con un gran simbolismo a nivel cultural, por eso, no es extraño que se hayan fraguado historias como esta para explicar cómo surgió.

Según esta leyenda, la flor del cempasúchil es fruto del amor.

Dice una vieja narración que, hace muchos años, vivieron dos jóvenes enamorados: la muchacha Xóchitl y el joven Huitzilin.

Un día, los muchachos subieron a la cima de una montaña en busca de la bendición del Dios del Sol para que su historia de amor durara eternamente. Allí, Tonatiuh cumplió con el deseo de la pareja y bendijo su amor.

Un tiempo después, Huitzilin tuvo que marcharse a la guerra y Xóchitl se quedó esperando su regreso. Pero el joven nunca más volvió y Xóchitl pasaba sus días muy apenada.

Cuenta la leyenda que, al ver que la muchacha estaba tan triste, el Dios del Sol decidió transformarla en una hermosa flor. Pronto, un colibrí se posó en los pétalos de la flor, amarillos como el sol. La flor reconoció a su amado Huitzilin, quien regresó transformado en aquel precioso pájaro.

4. La leyenda del murciélago

En Oaxaca, México, permanece este antiguo mito que transmite una importante lección acerca de las consecuencias del orgullo y la soberbia.

Esta historia de animales trata de dar una explicación a la apariencia actual de los murciélagos, unos mamíferos que suelen llamar mucho la atención de los más pequeños.

Dice la historia que, hace mucho tiempo, el murciélago era el ave más hermosa de la naturaleza.

El murciélago, al ver que otros pájaros tenían plumas, decidió subir al cielo para pedirle al Creador que llenara su cuerpo de un hermoso plumaje. En cambio, el Creador no tenía para darle plumas y le solicitó que bajara y le reclamara una pluma a cada pájaro.

De nuevo en la tierra, el murciélago solo seleccionaba a las aves con las plumas más hermosas. Así, de un momento a otro, había llenado su cuerpo de plumas de diferentes colores y formas.

Desde ese momento, el murciélago presumía delante de todos de sus plumas y creía que era superior al resto de pájaros. Incluso, los humillaba.

El Creador percibió la actitud orgullosa que el murciélago había tomado y decidió arrebatarle las plumas. Mientras aleteaba, su plumaje se desprendía de su piel. Así, todos los pájaros presenciaron una lluvia de plumas de colores.

Desde entonces, el murciélago no tiene plumas y hace vida en las cuevas para no acordarse de los colores que tuvo y ya no.

5. El enano de Uxmal

En el municipio de Santa Elena, en el estado de Yucatán, se ubica un importante yacimiento arqueológico de la cultura maya: la antigua ciudad Uxmal u Óoxmáal.

Esta leyenda maya trata de dar una explicación sobre el origen de algunas de las construcciones ubicadas allí, como “La Pirámide del Adivino”. Al mismo tiempo, contiene una enseñanza acerca de las diferencias y los prejuicios.

Cuenta la leyenda que, durante el imperio de Uxmal, en la ciudad de Kabah, vivió una anciana hechicera que cuidaba de un huevo que había encontrado. Tanto lo protegió que, un buen día, nació un niño de él.

El niño era muy pequeño y la mujer lo cuidó como suyo. Pasado un tiempo, el niño no crecía y, al salirle barba, la hechicera descubrió que era un enano.

La anciana pasaba horas y horas custodiando un caldero. Un día, el enano quiso descubrir qué había allí dentro. Pronto, halló en su interior un instrumento llamado Tunkul y, al tocarlo, el sonido se escuchó por toda la ciudad. Incluso en el palacio del rey de Uxmal.

Según una vieja profecía, al sonar el Tunkul, el mandatario de turno tenía que dejar el poder en manos de quien tocara el instrumento.

El rey mandó a encontrar al responsable. Pronto, sus sirvientes llevaron al niño al palacio.

Una vez allí, el rey no podía creer que aquel pequeño niño fuera el próximo aspirante a gobernar. Por ello, le ordenó hacer tres pruebas para demostrar su valía con el objetivo de derrotarlo.

El joven consiguió superar con éxito todas las pruebas y fue proclamado rey. Desde su posición, mandó a construir el conocido templo de “la casa del gobernador” y un hogar para su madre llamado “la casa de la anciana madre” y “el templo del adivino”. Estas construcciones se pueden apreciar en el complejo de Uxmal.

6. Leyenda de los volcanes

El Iztaccíhuatl y Popocatépetl son dos de los volcanes más altos de México. Estas imponentes montañas han sido protagonistas de mitos como este, que se transmitió de generación en generación para dar una explicación a su origen y a su forma.

Según esta historia, el amor fue la semilla de la que brotaron lo hoy se conoce como los volcanes de Izta y Popo.

Narra la leyenda que una princesa llamada Iztaccíhuatl se enamoró del valeroso guerrero Popocatépetl.

Un día el joven muchacho tuvo que partir a la guerra, pero antes le pidió matrimonio a su amada.

Iztaccíhuatl esperaba ansiosa el regreso de Popocatépetl, pero, un enemigo del joven la engañó diciendo que su amado había muerto en la batalla. A los pocos días, Iztaccíhuatl murió de la pena.

Después de un tiempo, Popocatépetl volvió de la guerra y se enteró de la tragedia. Entonces, el muchacho decidió levantar una enorme montaña para honrar a su amada. En la cima, depositó el cuerpo de la joven y le dio su último beso.

Dicen que, desde entonces, estos enamorados permanecen allí. La nieve cubrió sus cuerpos dando lugar a los volcanes de Popocatépetl e Iztaccíhuatl.

7. La leyenda del pavo real

De la cultura maya aún se conservan narraciones como esta, donde los protagonistas son los animales, y que contiene una explicación sobre la belleza de los pavos reales.

Además, esta historia permite reflexionar acerca de las consecuencias de la vanidad y de no cumplir las promesas.

Cuenta la leyenda que, tiempo atrás, las aves eran muy distintas a las que conocemos ahora.

A cada rato, las aves discutían porque cada una de ellas se creía más importante que las demás.

Itzmná, el dios maya de la sabiduría, decidió convocar a las aves para decidir quién sería la próxima en gobernar. En el encuentro, las aves comenzaron a exaltar cada uno de sus atributos, en relación con su canto y su plumaje.

Xkokolch, en ruiseñor, presumió de su dulce canto. Mientras, Cutz, el pavo montés, alardeó de su carácter y rigidez. Por su parte, Chac-Dzibdzid, el cardenal, destacó su bello plumaje.

El pavo real, que también estaba presente, no hablaba, sino que escuchaba con envidia y recelo al resto de aves.

En aquel tiempo, el pavo real no era atractivo, solo tenía plumas feas y un cuerpo grande. Por eso, decidió ir a visitar a su amigo, un pequeño pájaro que no había estado presente en el encuentro. El pavo real le pidió sus bellas plumas para verse más elegante y ganarle al resto de aves. A cambio, le prometió compartir el poder con él.

El pequeño pájaro accedió y le prestó sus plumas. Pronto, empezó a emerger un hermoso plumaje en el cuerpo del pavo real.

Ilustración de un Pavo real

Días más tarde, tuvo lugar el gran concurso en el que se elegiría quién ocuparía el puesto. El pavo real sorprendió a todos con su apariencia y fue nombrado gobernador. Sin embargo, no cumplió con la promesa que le había hecho al pequeño pájaro, quien se había quedado desnudo.

Cuando el dios Itzmná se enteró de lo sucedido, decidió castigar al pavo real: le permitió quedarse con el bello plumaje, pero le dio un canto desagradable que causa risa a todos. Por eso, ahora, el pavo hace así:
— ¡gluglú!

8. El callejón del beso

El callejón del beso es como se denomina una conocida calle del centro de la ciudad de Guanajuato. Su nombre refiere a una popular leyenda que esconde una historia de amor eterno entre dos jóvenes.

Dice la narración que, en la ciudad de Guanajuato, hace muchos años vivía una bonita muchacha llamada Carmen y un humilde joven llamado Carlos.

Un día, los jóvenes se conocieron por las calles de la ciudad y se enamoraron. Carlos iba cada día a saludar a Carmen a su casa, donde vivía con su testarudo padre. La joven siempre salía al balcón a esperar a su amado, quien se situaba debajo para hablar con ella.

Pronto, el intransigente padre de la muchacha se enteró del romance de su hija y le advirtió que tenía que terminar su relación con Carlos. En cambio, los muchachos no renunciaron a su amor y Carlos alquiló la casa de enfrente para poder saludar a su amada desde el balcón.

Finalmente, el padre de la joven los pilló mientras se besaban y, muy enfadado, terminó con la vida de ambos.

Cuenta la leyenda que, algunas noches, se puede ver el espíritu de los enamorados que regresa para revivir su historia de amor. A esta calle de Guanajuato hoy se le conoce como “Callejón del Beso”.

9. Leyenda del Pájaro Cu

Esta narración mexicana, de origen prehispánico, contiene una importante reflexión acerca de la falta de compromiso.

A través de la historia de un pájaro, este mito trata de dar una explicación al hecho de que las aves no hablen, como lo hacen las personas.

Dice la leyenda que, en tiempos del dios Tonatiuh, los pájaros podían hablar como las personas.

Entre todos los pájaros se encontraba Cu, un animal poco agraciado y que no le importaba a nadie. El pájaro Cu se pasaba los días lamentándose y, en las noches de luna, cansaba a todos con sus tristes historias.

Un buen día, el águila, cansada de su llanto, buscó una forma de remediarlo. Así, habló con la sabia lechuza. Entre las dos idearon un plan: propondrían al resto de pájaros que le prestaran una pluma a Cu.

De esta forma, el pájaro obtendría un bello plumaje y no se quejaría tanto. Pero, a cambio, Cu tendría que ser el mensajero de las aves.

Pronto, Cu se convirtió en el pájaro más bello de todos. En cambio, no cumplió con su labor de mensajero y esto enojó a todas las aves, quienes organizaron grandes protestas. Los pájaros culpaban a la lechuza y al pájaro Cu.

Tonatiuh, muy enojado por la revuelta, quitó a las aves la facultad de hablar. Dice la historia que, desde ese momento, las aves solo pueden graznar.

10. Leyenda del Salto de San Antón

En Cuernavaca se ubica una hermosa cascada de 40 metros de altura llamado Salto de San Antón. En el lugar ha permanecido un precioso relato que trata de dar una explicación sobre cómo se originó.

A través de la experiencia de dos jóvenes, esta historia no solo se adentra en cómo fue el principio de esta cascada, sino que también guarda una lección sobre el amor inmortal.

Dice la narración que, en la Ciudad de Cuernavaca, hace muchos años vivía una joven doncella que esperaba a que su prometido regresara de una batalla.

Al ver que pasaban los años y este no volvía, la muchacha murió de la pena. Se dice que sus cabellos crecían y crecían, incluso, después de su muerte.

Pronto, los dioses decidieron convertir la cabellera de la muchacha en una bonita cascada. Al joven, que perdió la vida en la batalla, las deidades lo transformaron en el río al que va a parar la cascada. Así fue como sus almas se unieron allí para la eternidad.

11. El Flechador del Cielo

Este antiguo mito de la cultura mixteca, presenta una bonita historia de amor entre dos jóvenes, que lograron unirse a pesar de las adversidades.

La historia, además de tratar de dar una explicación sobre cómo se origina el ocaso, muestra una importante lección: “nada es imposible”. El flechador del cielo, también conocido como flechador del sol, es todo un ejemplo de constancia y determinación.

Cuenta la leyenda que, Ilhuicamina, el flechador del cielo, tenía una herida que no era de batalla, sino de amor.

Todo el mundo le preguntaba por qué estaba tan triste y cabizbajo, pero Ilhuicamina nunca respondía.

Cada tarde, se disponía a la montaña más cercana y, desde ahí, lanzaba flechas hacia el cielo con furia. A veces, cerraba los ojos para pensar en su amada Citlalixochitl.

El padre de la joven no estaba de acuerdo en la relación y le había puesto una condición a Ilhuicamina para unirse a su hija: tendría que clavar sus flechas en el corazón del cielo (el sol) y hacerlo sangrar.

El fechador no se rindió y, una tarde, cuando todo parecía perdido, el cielo comenzó a sangrar. La sangre recorría laderas y ríos.

El padre de la joven se quedó sorprendido al ver el cielo rojo. Desde entonces, aceptó el compromiso de los muchachos y le agradeció Ilhuicamina por su perseverancia y por el amor que le tenía a su hija.

Dicen que, desde entonces, cada tarde los pájaros anuncian la presencia de Ilhuicamina y Citlalixochitl. Estos lanzan una flecha al corazón del cielo, el sol, dando lugar a la muerte de un día y el nacimiento de una noche: el ocaso.

12. Tajín y lo siete truenos

¿Cuál es el origen de los huracanes? Existe una vieja historia narrada en el pueblo totonaca que trata de dar una explicación a este fenómeno meteorológico.
Esta narración tiene importantes lecciones acerca de las consecuencias que pueden traer los malos actos y la imprudencia.

Cuenta la leyenda que, hace mucho tiempo, vivió en Totonacapan un joven rebelde llamado Tajín.

El muchacho siempre iba buscando meterse en conflictos: si veía animales por el bosque, les lanzaba piedras; se subía a los árboles y rompía sus ramas; saltaba encima de los hormigueros…

Todos le temían y huían de él:

—¡Cuidado! ¡Ahí viene Tajín!— gritaban asustados.

El joven vivía solo, porque nadie lo quería como compañero.

Una mañana, cuando Tajín salió a caminar, se encontró con un señor de gran bigote y cejas pobladas que cubrían sus ojos.

El hombre buscaba a un muchacho que lo ayudara a él y a sus hermanos, conocidos como los Siete truenos, con su labor doméstica mientras ellos hacían su trabajo: subir a las nubes y provocar la lluvia. Trajín aceptó y acompañó al hombrecito a su hogar.

Los Siete truenos vivían en una pequeña casa de piedra. Cuando llegaron a la casa, a los hermanos no les convenció la idea de que Tajín trabajara para ellos, ya que era un extraño. Aunque, finalmente, accedieron y confiaron en él.

Un día que los hermanos estaban trabajando, Tajín, que tenía muy malas intenciones, decidió robarles sus accesorios mágicos y subir al cielo para provocar un huracán. Pronto, los Siete truenos se dieron cuenta de lo sucedido y persiguieron sin parar al joven. Después, lo lanzaron al fondo del mar.

Dice la leyenda que, de vez en cuando, Tajín sale de su escondite. Entonces, los ríos se desbordan, los árboles se caen y el viento no cesa. Los Siete truenos suben al cielo para atraparlo y devolver todo a la calma.

Si te gustó este artículo, también puedes leer:

Referencias bibliográficas:

  • Anónimo. (2021). De generación en generación. Camino al Sur.
  • Rodríguez, W. (2019). Las mejores leyendas mayas. Alianza Editorial.
  • Universus (Ed.). (2013). Leyendas Mexicanas para Disfrutar en Familia. UNIVERSUS.
Marián Ortiz
Marián Ortiz
Graduada en Comunicación Audiovisual (2016) por la Universidad de Granada, con máster en Guion, Narrativa y Creatividad Audiovisual (2017) de la Universidad de Sevilla.