Futurismo: características, representantes y obras


Catalina Arancibia Durán
Revisado por Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana
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El futurismo fue un movimiento de vanguardia italiano que se dio a conocer el 20 de febrero de 1909, cuando el diario Le Fígaro publicó en París el Manifiesto futurista, escrito por Filippo Tommaso Marinetti.

Esta corriente "orientada hacia el futuro" pretendía expresar los valores y experiencias de la era de la máquina. Así, sus integrantes crearon sus obras bajo los parámetros de velocidad, energía y fuerza, revolucionando la manera de entender la literatura y el arte.

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Carlo Carrà: El funeral del anarquista Galli. 1910-1911. Óleo sobre lienzo. 198,7 cm. × 259,1 cm. Museo de Arte Moderno, Nueva York.

Aunque nació como un movimiento literario, un año después de la publicación del manifiesto, el futurismo se expandió hacia otras manifestaciones artísticas.

Fue así como surgieron otros grupos y sus declaraciones. A saber: Manifiesto de los pintores futuristas (1910), Manifiesto de la escultura futurista (1912), Manifiesto El arte entre los ruidos, dedicado a la música (1912) y el Manifiesto de la arquitectura futurista (1914).

Si bien el futurismo fue un movimiento italiano, tuvo un impacto internacional gracias a su capacidad de autopromoción y su radicalidad. Influyó en artistas como el francés Marcel Duchamp y Joseph Stella, radicado en Nueva York. Del mismo modo, incidió en tendencias como el cubofuturismo y el rayonismo ruso.

Características

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Luigi Russolo: Dinamismo de un automóvil. 1913. Óleo sobre lienzo. 106 x 140 cm. Centro Georges Pompidou.

Ruptura con la tradición estética

El rechazo a la tradición estética del siglo XIX fue un elemento común en todos los movimientos de vanguardia, incluido el futurismo. Aquella generación estaba cansada de la estandarización del arte y sentía que el mundo había cambiado. Por tanto, el arte debía cambiar también.

Celebración de la era de la máquina

El futurismo se gestó en las postrimerías de una generación signada por la Segunda Revolución Industrial (1870-1914). En ese periodo el conocimiento científico y la tecnología eran responsables de una profunda transformación. Si bien algunos veían esto con desconfianza, los futuristas lo consideraban como el advenimiento de un tiempo glorioso dominado por la máquina.

La utopía futurista alcanzaba, incluso, la idea del ser humano, que esperaban se convirtiera en un superhombre. Automóviles, telégrafos y aviones lucían como un verdadero salto cualitativo de la civilización, como una promesa universal inagotable de evolución.

Inquietud por la cuarta dimensión (el tiempo)

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Umberto Boccioni: Formas únicas de continuidad en el espacio. 1913. Bronce. 111 cm x 88 cm. Museo de Arte Moderno, Nueva York.

El tiempo ocupaba un papel protagónico en el arte futurista. De hecho, asumir el nombre "futurismo" implicaba una reflexión respecto del pasado y del presente.

Sin embargo, no queda claro si la mirada del futurismo se centraba en el porvenir o en una toma de posición respecto del pasado.

En el ámbito de la pintura, el historiador Eric Hosbbamw señala que esta y otras vanguardias adolecieron de una gran paradoja. Para él, interpretar la era del maquinismo con medios pictóricos del siglo XIX, como la pintura de caballete, resultaba contradictorio.

Glorificación del patriotismo, la violencia y el machismo

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Umberto Boccioni: La carga de los lanceros. 1915. Témpera y collage sobre cartón. 32 x 50 cm. Colección de Ricardo y Magda Jucker, Milán.

El futurismo se identificó con el nacionalismo extremo. De ahí que lo consideraran, años más tarde, como un antecedente del fascismo. Sus escritores y artistas se convirtieron en promotores abiertos del militarismo y de la guerra, al punto de que muchos se enlistaron en la Primera Guerra Mundial. La mayoría murió en el frente de batalla, otros fueron gravemente heridos. Esto precipitó el fin del movimiento, aunque no de la estética. Richard Humphreys sostiene:

Para ellos, el futurismo era una filosofía de vida, con gran preocupación política, y enraizada en el rechazo de un conjunto de fuerzas, que ellos creían hostiles al crecimiento y a la modernización de Italia. La insistencia en la destrucción de la herencia de Italia es parte de ese rechazo. La acción violenta, ya fuera en la vida o en el arte, fue considerada el antídoto contra el letargo político, cultural y psicológico.

La pulsión entre sexualidad y máquina también se hizo sentir en el futurismo, abiertamente opuesto a cualquier iniciativa o perspectiva feminista.

Exaltación de la velocidad como Belleza

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Marcel Duchamp: Desnudo bajando una escalera. 1912. Óleo sobre lienzo. 1,47 m x 90 cm. Museo de Arte de Filadelfia.

¿Cómo expresar la era de la máquina en el arte? Para los futuristas significaba movimiento y velocidad que intentaron plasmar en la obra artística. Lo mismo ocurría con la energía y la expresión de la fuerza. El objetivo era captarlo en el lienzo, la materia o la palabra.

El investigador Richard Humphreys en su libro Futurismo: movimientos en el arte moderno, plantea que aunque los futuristas querían engrandecer la era de la máquina, pocas veces se encuentran representadas en sus obras.

Diálogo con otras estéticas y vanguardias

El futurismo no permaneció ajeno a las influencias del arte y la estética contemporáneos. En el Diccionario del arte del siglo XX, Ian Chilvers sostiene que en las artes plásticas, el futurismo recibió la influencia del divisionismo. Así, se basaron en la descomposición de la imagen en puntos de color. También se puede rastrear la impronta del cubismo, pues los cuadros incorporaban múltiples planos en uno solo.

Literatura futurista

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Filippo Tommaso Marinetti: Fragmento de Palabra en libertad (trenes). 1910.

Desde el punto de vista formal, las características de la literatura futurista fueron las siguientes:

  • Libertad de la palabra como eje rector.
  • Valoración de la escritura como fenómeno gráfico, es decir, visual.
  • Revolución tipográfica: uso de diversas fuentes, colores y criterios de diagramación.
  • Destrucción de la sintaxis como principio fundador.
  • Ruptura con la métrica.
  • Uso de barbarismos e infinitivos.
  • Recurrencia de exclamaciones e interjecciones para realzar la vitalidad.
  • Uso arbitrario de los signos de puntuación.

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Pintura futurista

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Giacomo Balla: Dinamismo de un perro con correa. 1912. Óleo sobre lienzo. 89.8 cm × 109.8 cm.
Galería de arte Albright–Knox , Nueva York.

En cuanto a las artes plásticas, el futurismo fue mucho más activo y prolífico en la pintura que en la escultura. Sin embargo, ambas comparten principios semejantes. Sus características son:

  • Principio de “líneas de fuerza”, que favorecía la interrelación y fusión entre los objetos y su entorno.
  • Principio de continuidad del espacio plástico.
  • Ritmo y dinamismo.
  • Color vibrante y enérgico en la pintura.
  • Angulosidad frecuente.
  • Descomposición geométrica.
  • Cruzamiento de diferentes planos en un plano único.
  • Uso de la técnica de exposición fotográfica múltiple (secuencia de imágenes sucesivas en un segundo que, al superponerse, generan la percepción del desplazamiento), creada por Giacomo Balla.

Representantes y obras del futurismo

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Antonio Sant' Elia: Boceto del proyecto para la Cità Nuova.

Autores

  • Filipo Tommaso Marinetti (1875-1944). Escritor, poeta, dramaturgo, ideólogo y editor. Fundador del futurismo. Manifiesto futurista; Mafarka el futurista; Los indomables.
  • Mario Carli (1888-1935). Novelista, ensayista, poeta, periodista y diplomático. Mi divinidad; Arditismo.
  • Julius Evola (1898-1974). Filósofo, ideólogo, esoterista y pintor. Revuelta contra el mundo moderno; Cabalgar el tigre.

Artistas plásticos

  • Giacomo Balla (1871-1957). Pintor y escultor. Velocidad de automóvil; Lámpara de arco; Dinamismo de un perro con correa.
  • Umberto Boccioni (1882-1916). Pintor y escultor. Escritor del Manifiesto de la escultura futurista. Escultura: Formas únicas de continuidad en el espacio. Pintura: Dinamismo de un ciclista.
  • Carlo Carrà (1881-1966). Pintor. Funeral por el anarquista Galli.
  • Gino Severini (1883 - 1966). Pintor. La bailarina obsesionante, Bailarina azul, Norte-Sur.
  • Luigi Russolo (1885-1947). Pintor y compositor. Escritor del manifiesto El arte de los ruidos. Entre sus pinturas: Dinamismo de un automóvil. Entre su música: Il risveglio di una città.
  • Antonio Sant'Elia (1888-1916). Arquitecto. Escritor del Manifiesto de la arquitectura futurista. Proyecto Città Nuova.

Ver también

Catalina Arancibia Durán
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Máster en Literatura Española e Hispanoamericana. Diplomada en Teoría y Crítica de Cine. Profesora de talleres literarios y correctora de estilo.
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