5 leyendas prehispánicas que debes conocer
Las leyendas prehispánicas son narraciones ancestrales que forman parte fundamental del patrimonio cultural de los pueblos originarios de América.
Estas historias, transmitidas oralmente de generación en generación, explican el origen del mundo, de los dioses y de la naturaleza. Asimismo, reflejan la cosmovisión, los valores y los conocimientos de las antiguas civilizaciones.
A pesar del paso del tiempo y la influencia de otras culturas, estos relatos siguen presentes en la memoria colectiva, en las festividades tradicionales, en la literatura y en la educación.
1. Creación del mundo y del hombre (Mayas)
Antes de la existencia de todo, en una noche infinita, se reunieron los creadores, Hurakán, Corazón del Cielo, y Kukulkán, la Serpiente Emplumada. Luego de conversar largo rato, decidieron crear el mundo, que surgió a través de la Palabra. Dijeron "tierra" y se hizo la tierra, dijeron "montaña" y desde las aguas brotaron los montes, y lo mismo sucedió con los árboles y los ríos.
Kukulkán sintió que tenían que animar los espacios con seres que se movieran. Por ello, crearon a los animales: venados, jaguares, pumas, búhos, quetzales y serpientes. Les asignaron dónde vivir y les pidieron hablar, pero no eran capaces, sólo emitían rugidos, graznidos y aullidos.
Así, surgió la idea del ser humano. Tomaron tierra y los moldearon con dos piernas, dos brazos y un rostro alargado. Sin embargo, se derritieron y no alcanzaron a proferir ninguna palabra. Entonces, procedieron a realizar seres de madera que pudieron moverse y hablar. No obstante, eran criaturas vacías y de corazón ingrato que no agradecieron haber sido creados.
Hurakán y Kukulkán se enojaron. Enviaron fuertes vientos y tormentas que arrasaron con todo. Los pocos que lograron sobrevivir, se convirtieron en monos que olvidaron haber sido humanos. Después, los dioses se retiraron, hasta que un tiempo después llegaron un coyote, un zorro, un loro y un cuervo para mostrarles granos amarillos que habían surgido en la tierra. De esta manera, supieron que el maíz sería la carne de la nueva humanidad que podría iluminar el mundo con su lenguaje.
Esta historia explica el origen del hombre y se encuentra recogida en el libro sagrado de los Mayas, el Popol Vuh.
Así, se puede comprobar que lo más importante para este pueblo era el lenguaje, pues a partir de "la palabra" surge la creación. De igual manera, hay una conexión con la naturaleza, pues el maíz funciona como elemento vital en la creación del hombre y son los animales quienes lo sugieren.
Lo interesante es que los humanos surgieron a base de prueba y error, hasta que los dioses descubrieron la mejor opción para darle forma a su creación.
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2. Iztaccíhuatl y Popocatépetl (Aztecas)
Hace muchos años existió una doncella llamada Iztaccíhuatl, hija del rey de un gran señorío. Al reino llegaron guerreros ofreciendo sus servicios y después de muchas pruebas, fueron admitidos. Se ofreció un banquete de celebración y allí la princesa conoció a Popocatépetl, que se convertiría en el mejor guerrero.
Los jóvenes se enamoraron y sus días se llenaron de inquietud. El rey se dio cuenta de esta situación y le prometió a Popocatépetl la mano de su hija, si es que era capaz de someter a un poblado que se negaba a rendirse a sus órdenes. Si lograba traerle la cabeza de aquel rey enemigo clavada en un lanza, la princesa y el reino serían suyos.
El joven se puso en marcha, pero el poblado quedaba muy lejos y la guerra fue muy larga. Con el tiempo, el rey decidió que lo más prudente era que su hija se casara con un príncipe y la ofreció en matrimonio. Iztaccíhuatl enfermó y a los pocos días murió.
En ese momento, regresó el guerrero de su batalla, anunciando su victoria. Al ver que su amada había muerto, la tomó en brazos y la llevó a la montaña más alta, se arrodilló a su lado y decidió custodiarla por siempre.
Esa noche, los dioses convirtieron los cuerpos de ambos en volcanes. Desde entonces, Iztaccíhuatl yace con sus cabellos extendidos, cubierta de nieve, mientras a su lado se encuentra Popocatépetl, que emana fuego de su cráter y espera a que despierte su princesa.
En la tradición azteca se buscó explicar el origen de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, que adornaban el paisaje con su magnificencia. Además, se necesitaba entender por qué Popocatépetl estaba activo e Iztaccíhuatl no.
Así, surgió esta historia de amor trágico que fue transmitida de forma oral hasta nuestros días.
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3.Toborochi (Guaraní)
Araverá, la hija del cacique, se casó con el dios Colibrí. Muy felices y enamorados, esperaban el nacimiento de su primer hijo que, según las predicciones, crecería para convertirse en un famoso chamán.
Sin embargo, los Añas, deidades malignas, querían acabar con ese niño que podría amenazar su fuerza. Asustada, Araverá huyó en una silla voladora que le había regalado su esposo. Para su mala fortuna, los Añas resultaron ser implacables y la buscaron por todos lados.
Así, volvió al bosque cercano a su aldea y se ocultó dentro de un toborochi que la acogió amablemente y poco a poco fue tomando la forma de su panza.
Finalmente, Araverá pudo dar a luz a un chico fuerte que podría cumplir su destino. No obstante, ella decidió quedarse dentro del árbol y se convirtió en parte de su esencia. De todos modos, cada año sale en forma de flor para encontrarse con su amado colibrí que se alimenta de ella con su néctar y da paso a la nueva vida.
Esta leyenda de origen guaraní sirve para explicar la peculiar forma de una especie típica de Bolivia. El toborochi es un arbol nativo de Santa Cruz de la Sierra que posee una forma redondeada y florece en la víspera del otoño con bellas flores de color rosado.
La historia permite entender la cosmovisión de este pueblo en donde el ser humano y la naturaleza se encuentran íntimamente conectados.
4. La laguna del Inca
Se cuenta que el inca Illi Yupanqui se desposó con la hermosa princesa Kora-Llé, quien tenía unos ojos muy llamativos, entre azul y esmeralda.
Según la tradición, luego de la boda que se realizó en lo alto de una cumbre, la joven debía descender la escarpada ladera. El camino era estrecho y pedregoso, por lo que la chica resbaló y cayó.
Illi Yunpanqui corrió desesperado para intentar ayudarla, pero su mujer yacía muerta junto a las aguas. Por ello, decidió que la mejor sepultura para guardar su belleza era el lago, donde fue depositada.
En ese momento, el color cristalino cambió por el de los ojos de la joven. Desde entonces, el hombre permaneció allí, llorando la muerte de su amada.
Debido a esta historia, se dice que la laguna está encantada y que todavía se puede oír el lamento de quien perdió a la bella Kora-Llé.
Antes de la llegada de los españoles a América, los Incas que habitaban Perú extendieron su Imperio hasta la zona central de Chile. En un centro de esquí llamado Portillo se encuentra la Laguna del Inca, famosa por el bello color de sus aguas.
Por ello, esta historia comenzó a circular para intentar explicar los increíbles tonos que adquiere la laguna.
5. Lari lari (Aimaras)
El Lari lari parece una criatura mitológica, pues es una mezcla de felino y ave. Sólo se le puede ver por las noches, donde acecha para buscar sus presas. Sus favoritos son los recién nacidos que no han sido bautizados.
Su mirada es intensa y si alguien le mira directamente a los ojos cae en su hechizo. Lo más inquietante es que tiene voz humana y su canto produce somnolencia en quienes lo escuchan. Así, cuando sus víctimas se duermen, les arrebata el alma.
Para ahuyentarlos se recomienda poner cuernos de toro y se dice que los gatos negros lo espantan.
Esta leyenda proviene de las regiones andinas de Bolivia y Perú, por lo que en algunas versiones cambian ciertos detalles. Su origen se remonta a la cultura Aimara, para quienes era un gato con cola de fuego.
De este modo, lo asociaban con las estrellas fugaces, pues aparecía intempestivamente para enfermar a las personas.
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