5 poemas infantiles sobre la primavera
La primavera ha sido una de las estaciones más celebradas por la poesía, pues simboliza el renacer de la vida, el florecimiento de la naturaleza y la esperanza de nuevos comienzos.
Para los niños es aún más significativa. Representa la alegría de los colores, el canto de los pájaros y el asombro frente a los pequeños milagros de la vida cotidiana.
Por ello, muchos poetas han dedicado versos sencillos, musicales y llenos de imágenes luminosas a esta estación, buscando acercar a los más pequeños a la poesía de manera lúdica y accesible.
1. A la prima primavera - Gloria Fuertes
—Tío Pío,
en el cole me han pedido
que escriba una poesía
a la prima Primavera.¿Tú quieres que te la lea,
y me dices lo que opinas?
—Sí, sobrina.Se oye un pío, pío,
junto a la orilla del río.¡Oh!, cosa maravillosa,
los árboles tienen hojas,
las mariposas tienen ojos,
las ristra tiene ajos.Junto a la orilla del río
todo es belleza y sonrío,
se oye un pío, pío, pío.La Primavera ha venido
y yo la he reconocido,
por el pío, pío, pío.—¿Qué te ha parecido, tío?
—Demasiado pío, pío.
Gloria Fuertes (España, 1917 - 1998) fue una de las poetas más queridas de la literatura infantil española. Su estilo se caracteriza por la sencillez, el humor y la musicalidad.
Aquí presenta a la primavera como un motivo de alegría y juego, en sintonía con la inocencia infantil. La hablante es una niña que comparte con su tío Pío un poema cargado de juegos sonoros, especialmente con la repetición del “pío, pío”, que evoca tanto al canto de los pájaros como a la espontaneidad de la niñez.
2. Doña Primavera - Gabriela Mistral
Doña Primavera
viste que es primor,
viste en limonero
y en naranjo en flor.
Lleva por sandalias
unas anchas hojas,
y por caravanas
unas fucsias rojas.
Salid a encontrarla
por esos caminos.
¡Va loca de soles
y loca de trinos!
Doña Primavera
de aliento fecundo,
se ríe de todas
las penas del mundo...
No cree al que le hable
de las vidas ruines.
¿Cómo va a toparlas
entre los jazmines?
¿Cómo va a encontralas
junto de las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?
De la tierra enferma
en las pardas grietas,
enciende rosales
de rojas piruetas.
Pone sus encajes,
prende sus verduras,
en la piedra triste
de las sepulturas...
Doña Primavera
de manos gloriosas,
haz que por la vida
derramemos rosas:
Rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño,
y de exultación.
Gabriela Mistral (Chile, 1889 - 1957) es una de las voces más importantes de la literatura del siglo XX y fue la primera mujer latinoamericana en recibir el Premio Nobel en 1945.
En estos versos decide personificar a la primavera como una señora que entrega alegría al mundo al hacer florecer a la naturaleza. Así, se convierte en la regeneradora de vida y energía para todos los seres.
3. Si vino la primavera - Antonio Machado
Si vino la primavera
volad a las flores, como las abejas;
volad a las flores, niños;
no chupéis la cera.
Antonio Machado (España, 1875 - 1939) es uno de los grandes poetas de la Generación del 98. Su obra combina profundidad filosófica, sencillez expresiva y una constante atención a la naturaleza como símbolo de la vida y el tiempo.
En este breve poema la primavera se presenta como una invitación al gozo y la pureza. El hablante se dirige a los niños, comparándolos con abejas que deben volar hacia las flores, es decir, hacia lo vital y lo verdadero.
Asimismo, advierte que no deben “chupar la cera”, metáfora de lo artificial o lo estéril. Por ello, la primavera funciona como un símbolo de autenticidad y de renovación.
4. Mañana de primavera - Juan Ramón Jímenez
¡Mañana de primavera!
Vino ella a besarme, cuando
una alondra mañanera
subió del surco, cantando:
«¡Mañana de primavera!»
Le hablé de una mariposa
blanca que vi en el sendero;
y ella, dándome una rosa,
me dijo: «¡Cuánto te quiero!
¡No sabes lo que te quiero!»
¡Guardaba en sus labios rojos
tantos besos para mi!
Yo le besaba los ojos...
«¡Mis ojos son para ti;
tu, para mis labios rojos!»
El cielo de primavera
era azul de paz y olvido...
Una alondra mañanera
canto en el huerto aún dormido.
Luz y cristal su voz era
en el surco removido...
¡Mañana de primavera!
Juan Ramón Jiménez (España, 1881 - 1958) es conocido por su poesía musical y espiritual.
Este poema retrata un encuentro amoroso en el marco de la primavera. La alondra, la mariposa y la rosa son símbolos de vida, frescura y pureza, que se entrelazan con la experiencia íntima del amor.
El tono es apasionado y al mismo tiempo sereno, pues la naturaleza sirve de espejo a los sentimientos de los enamorados. La repetición de “¡Mañana de primavera!” enmarca el texto como un canto a la plenitud.
5. Llega el hada Primavera - Carmen Gil
Llega el Hada Primavera
que no es un hada cualquiera.
Mezclando magia y amor,
viste el mundo de color.Cuando viene de visita,
con un toque de varita,
cubre los alrededores
de trinos, cantos y flores.¡Qué alegre está la pradera!
Llega el Hada Primavera.
Carmen Gil (España, 1962) es una prolífica autora de literatura infantil, reconocida por su lenguaje musical, humorístico y lleno de imaginación.
En este poema la primavera aparece personificada como un hada mágica que transforma el mundo con su varita. La naturaleza se viste de colores, cantos y alegría gracias a su intervención.
La musicalidad de los versos y la rima sencilla hacen que el poema resulte cercano para los niños, quienes perciben la estación como un momento de encanto y maravilla.
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