La ciudad y los perros: resumen y análisis de la novela de Vargas Llosa

Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana
Tiempo de lectura: 15 min.

La ciudad y los perros (1963) fue la primera novela publicada por Mario Vargas Llosa y se convirtió de inmediato en un hito de la narrativa latinoamericana.

Ambientada en el Colegio Militar Leoncio Prado de Lima, retrata la violencia, el autoritarismo y la corrupción como reflejo de una sociedad marcada por el machismo y la desigualdad.

Su crudeza provocó escándalo en el Perú. Fue censurada y ejemplares llegaron incluso a ser quemados por las autoridades militares, lo que paradójicamente acrecentó su fama.

Resumen

Ambientada en el Colegio Militar Leoncio Prado de Lima, la historia narra la vida de un grupo de cadetes. Así, retrata la violencia, el autoritarismo y la deshumanización dentro de la institución.

La trama comienza con un robo de exámenes organizado por los cadetes, seguido por episodios de brutalidad, humillación y enfrentamientos internos, que culminan en la muerte del Esclavo.

Con ello, la novela desnuda un microcosmos donde se reflejan las tensiones de la sociedad peruana. El machismo, las jerarquías, la represión y el abuso de poder.

Personajes principales y su significación

El Jaguar

Líder del Círculo, grupo de cadetes que controla la vida interna del colegio. Es violento, autoritario y despiadado, pero también inteligente y estratégico.

Representa la adaptación brutal al sistema. Sobrevive en un mundo hostil convirtiéndose en el más agresivo.

De este modo, encama la virilidad autoritaria, el poder sustentado en el miedo y la lógica de “matar o morir” que impera en el colegio y, por extensión, en la sociedad peruana.

El Esclavo (Ricardo Arana)

Joven tímido, bondadoso, marginado por sus compañeros. Se siente incapaz de imponerse y es víctima constante de humillaciones. Su destino trágico culmina con su asesinato.

Simboliza la inocencia y la vulnerabilidad en un contexto donde ser diferente equivale a ser condenado. Representa a los excluidos por no adaptarse a los códigos de violencia y al machismo. Su muerte es la metáfora del sacrificio de los débiles en un sistema corrupto.

El Poeta (Alberto Fernández)

Joven sensible e idealista, aficionado a la literatura. Escribe cartas de amor para sus compañeros a cambio de favores y utiliza la imaginación como escape.

Encama la resistencia simbólica a través de la palabra y la creatividad. Representa a los intelectuales y artistas que intentan sobrevivir a la violencia. Su papel contrasta con el Jaguar: la fuerza de las ideas frente a la fuerza de los puños.

El Teniente Gamboa

Militar íntegro, justo y disciplinado. Cree en el valor de la verdad y la justicia, pero sus intentos de esclarecer la muerte del Esclavo se ven frustrados por la jerarquía superior.

Representa la ética individual frente a la corrupción institucional. Es la esperanza de que se pueda actuar con rectitud en un sistema injusto, aunque su fracaso demuestra lo difícil que es sostener la integridad frente al autoritarismo.

El Serrano (o el Boa)

Cadete violento, rudo y brutal, uno de los principales compañeros del Jaguar en el Círculo.

Simboliza la bestialidad sin matices, la violencia por sí misma, el grado extremo de deshumanización que produce el colegio.

Funciona como contracara del Esclavo: donde éste encarna la ternura, el Boa encarna la ferocidad.

El Rulos

Otro integrante del grupo cercano al Jaguar. Menos brutal que el Boa, pero cómplice de las acciones violentas del Círculo.

Representa la complicidad pasiva en los sistemas de violencia. No es el líder ni el verdugo principal, pero se acomoda al poder y se beneficia de él, reflejando a quienes sostienen la corrupción desde el silencio y la obediencia.

Teresa

Joven ajena al mundo militar, objeto de interés amoroso tanto para el Esclavo como para el Jaguar.

Encama la posibilidad de un mundo distinto al de la violencia del colegio. Representa la ternura y la vida civil, pero también funciona como motor de rivalidades masculinas, mostrando cómo incluso el amor es absorbido por la lógica de poder y competencia del mundo militar.

El Coronel

Autoridad máxima del colegio. Su interés principal es mantener la reputación de la institución, incluso ocultando crímenes.

Es el símbolo de la corrupción estructural y del autoritarismo que prima en la sociedad. Encubre la verdad, mostrando que el sistema sacrifica la justicia por preservar el poder.

Estilo narrativo

El estilo de Vargas Llosa en La ciudad y los perros se caracteriza por ser innovador, experimental y radicalmente moderno para la literatura latinoamericana de los años sesenta.

Se aparta del regionalismo y del costumbrismo dominante en el Perú de la época y se adscribe a las técnicas narrativas que estaban renovando la novela contemporánea.

  • Polifonía: la novela no tiene una voz única, sino múltiples narradores que ofrecen diferentes perspectivas. Vargas Llosa hace que el lector "escuche" el mundo interno de los personajes, lo que genera una visión caleidoscópica de los hechos.
  • Uso del monólogo interior: la técnica de penetrar en la conciencia de los personajes permite mostrar contradicciones, miedos y deseos ocultos, construyendo una dimensión psicológica profunda.
  • Estructura fragmentada y no lineal: la historia se construye a partir de saltos temporales, flashbacks y cambios de punto de vista. Esto obliga al lector a reconstruir activamente la trama y a entender la complejidad psicológica de los personajes.
  • Realismo crudo: el lenguaje es directo, descarnado, sin concesiones. El autor describe la brutalidad de los cadetes, el racismo, el machismo y la violencia cotidiana. Este realismo busca sacudir y confrontar al lector.
  • Espacio cerrado y simbólico: el colegio militar funciona como escenario único, casi claustrofóbico. Ese espacio cerrado intensifica el conflicto y convierte a la novela en una metáfora social.

Con todo ello, Vargas Llosa se integra de lleno en el Boom latinoamericano. Así, comparte con Cortázar la experimentación formal, con García Márquez la construcción de un mundo totalizante y con Fuentes la ambición de retratar sociedades complejas.

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Temas

Algunos de los temas principales que trabaja la novela son:

La violencia como estructura social

La violencia no aparece sólo como actos aislados entre los cadetes, sino como forma de organización de la vida en el colegio militar.

Desde el inicio la brutalidad es el lenguaje de convivencia: golpes, humillaciones, castigos físicos y psicológicos. En este sentido, se plantea que la violencia es inculcada y normalizada por instituciones que se presentan como formadoras de disciplina.

La novela denuncia cómo esta lógica del abuso permea la sociedad peruana de la época, extendiéndose desde los espacios militares hasta el Estado y la familia.

El poder y la corrupción

El colegio es una metáfora de un país dominado por el autoritarismo y la corrupción. Las jerarquías militares, que en teoría deberían garantizar orden y justicia, se convierten en mecanismos de encubrimiento e impunidad.

El asesinato del Esclavo es el punto culminante. El crimen se oculta para proteger la imagen de la institución, aunque ello implique sacrificar la verdad.

Así, la novela refleja una crítica política directa a la cultura de silencio y complicidad que sostiene a las élites de poder en el Perú y, por extensión, en América Latina.

Identidad masculina y machismo

Uno de los ejes centrales es la construcción de la masculinidad. En el colegio ser hombre significa ser duro, agresivo y cruel. La ternura, la sensibilidad o la vulnerabilidad son castigadas con burlas o violencia.

Personajes como el Jaguar representan la virilidad agresiva, mientras que el Esclavo, por su bondad y debilidad física, es marginado.

Vargas Llosa evidencia cómo los códigos del machismo deforman la adolescencia y limitan la posibilidad de construir identidades diversas y auténticas.

Soledad y marginalidad

Varios personajes cargan con la experiencia de estar solos. El Esclavo sufre el aislamiento constante, incapaz de integrarse al grupo.

El Poeta vive en un mundo íntimo de literatura y sueños que lo separa de los demás. Incluso el Jaguar, pese a su rol de líder, está condenado a la soledad de quien sólo se sostiene en el miedo que infunde.

De este modo, la soledad se convierte en una situación existencial. Muestra la imposibilidad de construir vínculos genuinos en un ambiente basado en la desconfianza y la violencia.

Autoridad, rebeldía y ética

Frente a la corrupción institucional surge la figura del Teniente Gamboa, quien simboliza la integridad y la resistencia. Aunque intenta buscar justicia, choca contra la maquinaria jerárquica que lo aplasta.

Este contraste entre obedecer órdenes y seguir la conciencia ética es central. Vargas Llosa plantea la pregunta sobre si es posible mantener la dignidad individual en sistemas opresivos.

La pérdida de la inocencia

La novela es también un relato de iniciación, donde los jóvenes ingresan a un mundo hostil que les roba su inocencia. El paso por el colegio no los convierte en hombres responsables, sino en seres endurecidos por la brutalidad.

La muerte del Esclavo es la metáfora más clara de esta pérdida. Muestra el precio de crecer en un sistema corrupto.

Símbolos

Existen varios elementos dentro de la novela que funcionan de manera simbólica:

El Colegio Militar Leoncio Prado

Es el símbolo central de la novela. Representa un microcosmos de la sociedad peruana, donde la disciplina se convierte en represión y la educación en un campo de violencia.

Sus muros encierran un sistema cerrado que funciona como laboratorio de jerarquías sociales. Allí se reproducen las desigualdades de clase, el racismo y la corrupción del país.

El Esclavo

Más que un personaje se convierte en un símbolo de la inocencia y de la vulnerabilidad en un mundo brutal. Su muerte encarna el sacrificio de los débiles frente a la lógica de la violencia y de la ley del más fuerte.

En términos simbólicos, representa lo humano que la institución intenta destruir: la compasión, la amistad, la ternura.

El Jaguar

Simboliza la adaptación al sistema por medio de la violencia. Es el “superviviente” que se endurece hasta convertirse en verdugo.

Como figura simbólica es el reverso del Esclavo. La cara oscura de una sociedad que premia la agresividad y condena la debilidad. Así, encarna también la máscara del poder, porque su liderazgo no surge del respeto, sino del miedo.

El Poeta

Este personaje encarna la resistencia simbólica a través de la imaginación y la escritura. Representa el refugio de la sensibilidad en medio de la brutalidad, pero también la fragilidad de esta alternativa.

Se trata de un símbolo del intelectual o del artista que busca en la literatura un escape, aunque su voz parezca marginal dentro del sistema.

Los perros

El término con el que se designa a los cadetes de primer año funciona como símbolo de deshumanización. Ser “perro” significa ser reducido a la condición animal: sometido, humillado, obligado a obedecer.

A su vez la metáfora también se refiere a la fidelidad de manada, lo que refleja la paradoja de pertenecer al grupo sólo a cambio de perder la individualidad.

El Teniente Gamboa

Representa la ética dentro del sistema corrupto. Su figura encarna la esperanza de que la justicia y la dignidad personal puedan existir incluso en medio del autoritarismo.

Sin embargo, su fracaso revela lo frágil que resulta la integridad cuando se enfrenta a estructuras sólidamente corruptas.

La muerte del Esclavo

Este acontecimiento es el símbolo más contundente de la novela. El sacrificio del inocente revela que la violencia institucional no sólo destruye vidas, sino que perpetúa el silencio y la impunidad.

Su muerte es la verdad que el sistema debe ocultar para poder seguir funcionando.

Biografía del autor

Mario Vargas Llosa nació en Arequipa, Perú, en 1936. Pasó parte de su infancia en Bolivia y más tarde regresó a Lima, donde estudió en el Colegio Militar Leoncio Prado, experiencia que inspiró La ciudad y los perros.

Estudió Literatura y Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y luego se trasladó a España, doctorándose en Madrid.

A lo largo de su carrera cultivó la narrativa, el ensayo, el periodismo y la política. Fue candidato presidencial en Perú en 1990 y recibió el Premio Nobel de Literatura en 2010.

Su obra es amplia y diversa, explorando temas como el poder, la violencia, la política y la condición humana.

Murió el 13 de abril de 2025.

Contexto de escritura

La ciudad y los perros fue escrita entre 1958 y 1961, cuando Vargas Llosa residía en España y estudiaba en la Universidad Complutense de Madrid.

Contexto personal

Vargas Llosa se inspiró en su propia experiencia como alumno del Colegio Militar Leoncio Prado en Lima, donde había estudiado durante su adolescencia.

Allí presenció la brutalidad, el machismo y la disciplina militar que luego plasmó en la novela. Al mismo tiempo, su distancia geográfica le permitió mirar el Perú con un lente crítico, transformando la vivencia personal en metáfora universal.

Contexto social y político

El Perú de mediados del siglo XX vivía bajo gobiernos militares y civiles débiles, marcados por el autoritarismo, la censura y la desigualdad social.

La violencia del colegio reflejaba la violencia estructural de un país fracturado por el racismo y la corrupción. Por ello, la novela fue vista como una denuncia directa contra el sistema militar peruano.

De hecho, la primera edición fue censurada y algunas copias del libro fueron quemadas públicamente por cadetes del propio colegio militar en Lima. La situación escandalizó a la opinión pública y, paradójicamente, aumentó la notoriedad de la obra.

Contexto literario

En esos años América Latina vivía el inicio del Boom, un movimiento que buscaba romper con la narrativa tradicional y abrir la literatura del continente a un público internacional.

Desde Europa Vargas Llosa encontró un espacio propicio para publicar con la editorial Seix Barral en 1963, una de las más importantes para difundir a los autores del movimiento.

Impacto en la literatura latinoamericana

La ciudad y los perros tuvo un impacto decisivo en la literatura del continente y se convirtió en una obra fundacional del Boom:

Renovación formal

La novela introdujo en la literatura peruana y latinoamericana técnicas narrativas modernas como el multiperspectivismo, los saltos temporales y el monólogo interior. Hasta entonces sólo se habían visto en autores europeos como Faulkner, Dos Passos o Sartre.

Su éxito internacional demostró que la narrativa latinoamericana podía ser experimental y, al mismo tiempo, atractiva para un público amplio.

Proyección internacional

El libro fue traducido rápidamente a varios idiomas y recibió el Premio Biblioteca Breve de Seix Barral en 1962, lo que situó a Vargas Llosa en el mapa literario europeo antes incluso de consolidarse en Perú.

Esta repercusión abrió el camino para que otros autores latinoamericanos fueran publicados y reconocidos fuera de sus países.

La novela de la violencia y la crítica social

Mientras García Márquez llevó al Boom la magia y el mito, Vargas Llosa introdujo la denuncia social con crudeza realista.

La novela era un espejo incómodo que mostraba la violencia institucional y la corrupción. Esto generó un debate sobre el rol de la literatura en América Latina: ¿debe reflejar y denunciar las injusticias, o crear universos imaginarios autónomos?

Influencia en nuevas generaciones

La fuerza de La ciudad y los perros abrió una tradición de novelas latinoamericanas centradas en el mundo juvenil, la represión militar y la violencia social.

Su huella se percibe en escritores posteriores que abordaron temas de dictaduras, cárceles, guerras y escuelas militares, desde una mirada crítica y psicológica.

Consolidación de Vargas Llosa

La obra convirtió a Mario Vargas Llosa en una de las figuras centrales del Boom y, con el tiempo, en un referente indiscutible de la literatura mundial.

Su publicación fue el inicio de una trayectoria que desembocaría en novelas tan influyentes como Conversación en La Catedral (1969), La guerra del fin del mundo (1981) y su Nobel de 2010.

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Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana. Diplomada en Teoría y Crítica de Cine. Profesora de talleres literarios y correctora de estilo.