Cuadro La Libertad guiando al pueblo de Delacroix


Andrea Imaginario
Revisado por Andrea Imaginario
Especialista en artes, literatura e historia cultural

La Libertad guiando al pueblo o El 28 de julio es un cuadro del pintor Eugène Delacroix, máximo exponente del romanticismo francés. El cuadro representa la Revolución de Julio de 1830, ocurrida en París, contra las violaciones constitucionales perpetradas por Carlos X durante la Segunda Restauración.

El lienzo es un cuadro alegórico sobre un hecho histórico. ¿Qué significa “cuadro alegórico” sobre un hecho histórico? Significa que el cuadro no describe una escena real, sino que hace una representación simbólica de un hecho verdadero. Por ejemplo, en este cuadro, la mujer no es un personaje real sino una alegoría de la Libertad.

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Eugène Delacroix: La libertad guiando al pueblo o El 28 de julio, 1831, óleo sobre lienzo, 260 x 325 cm, Museo del Louvre, París.

Desde su exhibición, el lienzo se ha convertido en una de las obras más polémicas e influyentes de la historia. Pero ¿por qué un cuadro sobre la historia de Francia tendría tanto impacto en el mundo occidental? ¿Por qué se ha convertido en un símbolo universal?

Análisis del cuadro La Libertad guiando al pueblo

La escena de La libertad guiando al pueblo describe una barricada. Los escombros, la humareda, y la diversidad de personajes demuestran que se trata de un alzamiento civil. Los alzados siguen a la mujer que enarbola la bandera de Francia, ubicada al centro y arriba en la composición, aunque deban pasar por encima de los caídos.

Composición plástica

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La composición es piramidal. La base de la pirámide abarca la línea inferior de punta a punta, donde se ubican los caídos en batalla. El vértice superior coincide con la bandera de Francia, que jerarquiza toda la escena.

Se puede distinguir también un eje diagonal desde la esquina superior izquierda hasta la esquina inferior derecha, en la que se concentra la muchedumbre. En el eje contrario y hacia la esquina superior derecha, se reconoce el contexto: la ciudad de París.

Los personajes y sus símbolos

Se distinguen tres grupos de personajes. En el primer plano y a centro-derecha, una mujer y un niño. A la izquierda, dos hombres y otro niño seguidos por una muchedumbre enardecida. En la base, los caídos en combate y un moribundo.

¿Quiénes son estos personajes del cuadro y qué representan? Los personajes de Libertad guiando al pueblo son alegóricos y arquetípicos, no personajes históricos. Representan los conceptos de libertad y pueblo respectivamente.

La Libertad. Está representada como una joven del pueblo, descalza y ataviada con una túnica amarilla ceñida a la cintura, cuya parte superior se ha rasgado en la lucha. La axila muestra el vello natural, un rasgo considerado vulgar por los clásicos, para quienes la piel de una diosa debía ser lampiña y suave.

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Izquierda: detalle del personaje Libertad. Centro: sello postal con la Marianne. Derecha: sans-culottes. Nótese el uso del gorro frigio en todas las imágenes.

Su cabeza porta un gorro frigio, símbolo de los sans-culottes, militantes de la Revolución francesa pertenecientes a la clase baja. Estos habían adoptado el gorro frigio, usado en la Antigüedad por los romanos para distinguir a los esclavos libertos.

La mujer con gorro frigio y cabellos al aire es la “Marianne”, un símbolo nacional de la República francesa creado tras la Revolución de 1789. Pero la Marianne de Delacroix también porta como atributos una bayoneta moderna en la mano izquierda, y la bandera de Francia, en su mano derecha.

La Libertad no es una diosa elitista y refinada, sino una diosa comprometida, moderna, real y contemporánea que se encarna en el corazón del pueblo. Así, Delacroix representa una Marianne vibrante, energética y rebelde que, con sus pechos descubiertos, abre camino sobre los caídos y guía al pueblo hacia la victoria.

El Pueblo. Los personajes secundarios que están de pie junto a Libertad representan los diferentes sectores y clases sociales. Todos, en su conjunto, son el pueblo en su concepto ciudadano. Cada personaje es arquetipo de un sector específico.

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  • La burguesía. El hombre con sombrero de copa, pantalón de artesano y un rifle de caza es un arquetipo de la burguesía. Se especula que este personaje puede ser Delacroix o un conocido de este.
  • La clase trabajadora. Al lado del burgués, vemos a un hombre con una espada, sin saco y con una pistola atada a la cintura, representante de la clase trabajadora.

Los burgueses y la clase trabajadora se unen para un mismo fin: la victoria de la República basada en la libertad. Además de estos personajes, destacan los siguientes:

  • Los niños de París. Están representados en dos personajes. El primero es el niño que acompaña a Libertad. Porta dos pistolas y una boina negra estudiantil. Sus labios entreabiertos sugieren que exhala un grito de lucha. Es el arquetipo de la rebeldía juvenil contra la injusticia. El segundo se ubica a la izquierda del lienzo. Lleva una gorra de infantería y se sujeta a los escombros.
  • Moribundo suplicante. A los pies de la Libertad, un moribundo entrega su último aliento, sabiendo que su sacrificio ha valido la pena. El pañuelo rojo a la cintura, camisa blanca y chaqueta azul simbolizan la bandera francesa.
  • Los caídos. El que está semidesnudo es un modelo clásico (llamado Héctor), introducido como alegoría del héroe caído. Con abrigo gris-azul vemos a un guardia suizo. A su lado y boca abajo, un coracero o soldado de caballería.
  • Estudiantes. También los estudiantes siguen a los burgueses y trabajadores. Se mezclan en la muchedumbre. Entre ellos, se distingue a uno proveniente de la Escuela Politécnica, reconocible por el sombrero bonapartista.

El fondo

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A la derecha, en medio de la humareda, puede distinguirse la silueta de la ciudad. Sabemos que es París porque distinguimos las torres de la Catedral de Notre Dame y un puñado de edificios parisinos.

Sin embargo, el espacio es imaginario. Delacroix ha usado la arquitectura como símbolo para informar sobre el contexto urbano, pero no ha pretendido retratar la ciudad. Con esto también ha desafiado la tradición clásica.

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El estilo de Delacroix

En todos los elementos de estilo descubrimos los ecos del arte barroco en Delacroix. Usando la técnica de la pintura al óleo, Delacroix aplica pinceladas sueltas y vaporosas que recuerdan las texturas de Rubens y Velázquez.

El cuadro expresa dramatismo, abigarramiento, tensión y dinamismo. La luminosidad cumple un papel expresivo, al servicio de los símbolos principales: la bandera y la Libertad; el sacrificio de los caídos y el pecho del pueblo alzado.

Delacroix desafía así el gusto por el arte neoclásico, que en Francia se había convertido en la estética preferida del sector oficial. Pero al mismo tiempo que nos recuerda el barroco, también evoca las texturas y la expresividad de Francisco de Goya y Lucientes en sus obras de transición.

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Significado del cuadro La libertad guiando al pueblo de Delacroix

La Libertad guiando al pueblo de Eugène Delacroix puede interpretarse como una defensa de la libertad como principio indivisible de la República y como una glorificación del Pueblo, protagonista de ese cambio histórico.

El lienzo es una evocación de la Revolución francesa de 1789, que proclamó los valores universales de libertad, igualdad y fraternidad. Para Delacroix, no puede existir una república sin libertad, igualdad y fraternidad. La República es una expresión histórica y concreta del pueblo ciudadano.

¿A qué atribuir el impacto cultural de La libertad guiando al pueblo? Este lienzo es un compendio de teoría política republicana, que expresa los valores que animaron a la formación de los Estados modernos y democráticos como los conocemos actualmente. El lienzo es un símbolo del republicanismo universal y de la lucha por la igualdad.

Artísticamente, el lienzo es una proclama libertaria en sus formas. Delacroix transgredió los límites entre los géneros pictóricos, al mezclar alegorías y símbolos con hechos históricos y la contemporaneidad. Asimismo, rechazó el academicismo clásico y la contención emocional para crear un trazo libre y expresivo, y apostar por un arte comprometido.

Contexto histórico del cuadro La Libertad guiando al pueblo

Tras la caída de Napoleón Bonaparte, se restauró la monarquía francesa. Este período se llamó Segunda Restauración. El proceso puso en jaque algunos de los derechos ciudadanos alcanzados desde la Revolución francesa de 1789, cuyo lema había sido “libertad, igualdad y fraternidad”.

En un intento por volver al absolutismo, el rey Carlos X publicó tres ordenanzas que desconocían la constitución:

  • Eliminación por decreto la Cámara de diputados, recién elegida;
  • Modificación del sistema electoral para beneficiar al bloque conservador;
  • Restricción de la libertad de prensa.

Estas ordenanzas despertaron una serie de disturbios que pronto se convirtieron en un alzamiento popular. Los disturbios ocurrieron en París durante los días 27, 28 y 29 de julio de 1830.

No fueron liderados por nadie, aunque el sector más participativo fue el burgués. Durante la revuelta, niños y jóvenes se unieron espontáneamente a la lucha.

Entre las consecuencias de los alzamientos podemos mencionar:

  • El ascenso al poder Luis Felipe I de Francia y el inicio de la Monarquía de Julio.
  • El comienzo de un ciclo de revoluciones en el continente europeo contra los gobiernos monárquicos.

Aquellos días que tanta huella dejaron, también fueron conocidos posteriormente como Trois Glorieuses, que se traduce como ‘Las tres gloriosas’ o ‘Los tres días gloriosos’.

El origen del cuadro: expresión de un artista comprometido

El cuadro La libertad guiando al pueblo fue pintado en 1830, el mismo año en que ocurrió la revolución. No fue un encargo, sino una iniciativa del pintor por convicción política.

Delacroix fue testigo de los acontecimientos. Por ello, quiso expresar la amplia participación de todos los sectores. Puede decirse que participó a su manera: pintando un cuadro revolucionario en su contenido y en su forma.

En una carta con fecha de 28 de octubre de ese año, le dijo a su hermano:

“Si no he luchado por la patria, al menos pintaré para ella”

El gobierno francés compró la obra en 1831, la cual se exhibió en el Salón oficial en el mes de diciembre. La crítica lo descalificó por su libertad técnica y compositiva. La polémica no disminuyó con el tiempo, así que la pieza se reservó en depósito.

Hubo que esperar hasta 1863 para su exhibición pública en el Museo de Luxemburgo, año de la muerte del pintor. En 1874 fue trasladado al Museo de Louvre, donde se encuentra hasta la actualidad.

Biografía de Eugène Delacroix

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Eugène Delacroix: Autorretrato (detalle), 1837, óleo sobre lienzo.

Eugène Delacroix es un pintor nacido en Francia en el año 1798. Es considerado el representante más importante del romanticismo francés.

Aunque recibió su apellido de Charles Delacroix, se cree que su verdadero padre fue el diplomático Talleyrand. Su madre fue Victoire Oeben, descendiente de una familia de artesanos.

Estudió en el taller de Pierre Guérin. Allí, recibió formación de los artistas Antoine-Jean Gros y de Theodore Gericault, quien se convirtió en un verdadero punto de referencia.

Estudió a profundidad el estilo del arte barroco. Sus artistas más admirados y estudiados fueron el pintor flamenco Rubens; el neerlandés Rembrandt; el español Velázquez y el italiano Paolo Veronese, este último de la escuela manierista.

Entre sus obras más importantes destacan:

  • La Libertad guiando al pueblo (1830);
  • Mujeres de Argel (1834);
  • La muerte de Sardanápalo (1827);
  • La matanza de Quíos (1824);
  • La barca de Dante (1822);
  • Grecia expirando sobre las ruinas de Missolonghi (1826);
  • La caza del león (1861).

Eugene Delacroix murió en 1863 en su país natal, aquejado por una tuberculosis.

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Andrea Imaginario
Revisado por Andrea Imaginario
Profesora universitaria, cantante, licenciada en Artes (mención Promoción Cultural), con maestría en Literatura Comparada por la Universidad Central de Venezuela, y doctoranda en Historia en la Universidad Autónoma de Lisboa.