9 obras de teatro para niños que fomentan la imaginación
Fomentar el teatro en la infancia es una de las herramientas más valiosas para acompañar el desarrollo emocional, social y creativo de los niños.
A través del juego dramático, los pequeños exploran roles, situaciones y emociones que les permiten comprender mejor el mundo que los rodea. El escenario se convierte en un espacio seguro donde pueden expresarse, probar posibilidades, equivocarse sin miedo y descubrir nuevas formas de comunicarse.
De este modo, cada obra se convierte en una invitación a imaginar, crear y descubrir que todos tienen una voz que contar y un lugar dentro del escenario y del mundo.
1. La isla de los globos perdidos

Personajes
- Mara: Niña alegre, creativa y curiosa.
- Nicolás: Niño prudente, un poco miedoso, pero muy leal.
- Capitán Nube: Extravagante guardián de la isla de los globos perdidos.
- Globín: Globo parlante, pequeño y soñador.
- Sombras del Viento: Figuras misteriosas que desordenan todo lo que vuela (pueden ser representadas por niños con telas).
Acto I: El globo que hablaba
Escenario: Plaza del barrio. Bancas, un árbol y varios globos colgando.
Introducción: Mara y Nicolás inflan globos para la fiesta de la escuela.
Mara: Mira, Nicolás, ¡este globo azul tiene forma de gota de agua!
Nicolás: ¿Y si se nos escapa? Mi mamá dice que los globos vuelan directo al cielo y nunca regresan.
(El globo azul tiembla y habla.)
Globín: ¡Yo no me perdí! ¡Me escapé!
Nicolás: (Sobresaltado) ¡Mara, tu globo habló!
Mara: ¡Hola! ¿Cómo te llamas?
Globín: Soy Globín y necesito ayuda. Hay muchos globos atrapados en una isla muy lejana. ¡La isla de los globos perdidos!
Nicolás: ¿Isla? ¿Atrapados? ¿Cómo vamos a llegar?
Globín: Solo deben soltarme… y confiar.
(Mara suelta el hilo. El globo comienza a elevarse lentamente. Una neblina luminosa envuelve el escenario).
Mara: ¡Vamos, Nicolás!
Nicolás: ¡Pero si no tenemos alas!
(Mara toma la mano de Nico. Ambos “flotan” siguiendo a Globín, mientras cae un telón o se apagan luces).
Narrador (opcional): Y así, Mara, Nicolás y Globín viajaron hacia un lugar secreto donde todos los globos del mundo esperan ser encontrados.
Acto II: La isla y el Capitán Nube
Escenario: Isla brillante con árboles de nubes, cuerdas colgantes y globos atascados por todas partes.
(Entra Capitán Nube, vestido con algodón y botas enormes.)
Capitán Nube: ¡Alto ahí! ¿Quién pisa mi isla esponjosa?
Globín: Capitán, ellos han venido a ayudar.
Mara: Mucho gusto, señor. Queremos liberar los globos.
Nicolás: Y… bueno, volver a casa también.
Capitán Nube: ¡Ah, excelente! Pero antes deberán enfrentar a las Sombras del Viento. Ellas tiran, empujan y enredan todo lo que flota.
(Salen las Sombras del Viento, moviendo telas y haciendo “ventiscas” suaves).
Sombras del Viento: (Susurrando) Nunca los atraparán… nunca los ordenarán…
Mara: ¡Sí podemos! Nicolás, tú toma esas cuerdas. Yo desato los globos.
Nicolás: (Con decisión) ¡Vamos, Mara!
(Se realiza una pequeña coreografía. Las Sombras intentan desordenar, mientras los niños trabajan juntos para liberar los globos sujetos a los árboles de nube).
Globín: ¡Ya falta poco!
Capitán Nube: ¡Eso es, pequeños valientes!
(Al liberar el último globo, la isla se ilumina).
Sombras del Viento: (Retirándose) Hoy ganaron… pero volveremos.
Nicolás: Ojalá no.
Mara: No importa, sabremos enfrentarlas juntos.
Capitán Nube: Como recompensa, podrán pedir un deseo.
Mara: Queremos volver a casa.
Nicolás: Y que los globos no se pierdan más.
Capitán Nube: Concedido.
(Globín se acerca a ellos.)
Globín: Gracias por salvarnos. Siempre recordaremos su valentía.
(La luz baja. Cambia el escenario a la plaza del Acto I).
Nicolás: ¿Mara… fue un sueño?
Mara: (Sonríe) Mira al cielo.
(Todos los globos vuelan alineados, como saludando.)
Mara y Nicolás: ¡Fin de la aventura!
La Isla de los globos perdidos está diseñada para estimular la imaginación infantil mediante un viaje fantástico donde los globos, cobran vida y conducen a los protagonistas a una aventura.
En términos temáticos, la obra desarrolla dos ideas centrales: la cooperación y el valor frente a lo desconocido. Así, Nicolás encarna la inseguridad inicial que muchos niños pueden sentir ante los desafíos, mientras que Mara representa la curiosidad y la energía creadora.
A medida que avanzan en la isla, ambos deben combinar sus fortalezas para liberar a los globos atrapados. De este modo, la historia enseña que el trabajo en equipo puede desatar una fuerza mayor que la suma de las habilidades individuales.
Finalmente, el regreso a la plaza y la visión de los globos alineados en el cielo proporcionan un cierre simbólico. Con ello, la aventura deja huellas visibles en el mundo real. Esto permite a los niños reflexionar sobre cómo sus acciones también pueden iluminar su entorno.
2. El Club del patio secreto

Personajes
- Sofía: Niña entusiasta y muy organizada.
- Mateo: Niño bromista y creativo.
- Carla: Niña que observa todo con atención.
- Tío Pedro: Conserje amable de la escuela.
- Compañeros del patio: Niños que ayudan a arreglar el espacio.
Acto I: El descubrimiento
Escenario: Patio trasero de la escuela, con hojas, cajas viejas y un pequeño cobertizo.
Introducción: Sofía revisa el patio mientras Mateo juega con una pelota.
Sofía: ¡Mira esto, Mateo! ¡Hay un espacio enorme detrás del cobertizo
Mateo: ¿Y si hacemos un club secreto?
Carla: (Entrando) Yo escuché “club”… ¿puedo ayudar?
(Mateo abre una caja vieja).
Mateo: Aquí hay pinceles… ¡y tiza de colores!
Sofía: Podríamos arreglar el patio y convertirlo en un lugar para todos.
Carla: Pero está muy desordenado… y lleva años abandonado.
(Entra Tío Pedro).
Tío Pedro: Veo que encontraron el viejo patio. Si quieren usarlo, deberán limpiarlo y cuidarlo.
Sofía: ¡Sí! ¡Lo haremos!
Mateo: ¡Será el mejor club del mundo!
(Los tres observan el lugar, imaginando ideas).
Carla: Necesitamos más manos.
Sofía: Mañana invitamos a todos nuestros compañeros.
(Luces bajan).
Acto II: La construcción del club
Escenario: Mismo patio, ahora con materiales ordenados y varios niños trabajando.
Compañeros del patio: ¡Trajimos guantes! ¡Trajimos pintura!
Mateo: Yo hago los carteles.
Carla: Yo recojo hojas con estos niños.
Sofía: ¡Todos podemos hacer algo!
(Se realiza una pequeña coreografía donde los niños limpian, pintan y decoran).
Tío Pedro: ¡Qué diferencia!
Mateo: ¡Parece otro lugar!
Carla: Y lo logramos juntos.
(Sofía pone un letrero: “Club del Patio Secreto – Para todos”).
Sofía: Este club no será un secreto. Será un espacio de unión.
Mateo: Para jugar, leer o conversar.
Carla: Y para cuidarlo siempre.
(Todos los niños observan el patio con orgullo).
El Club del patio secreto enseña la importancia del trabajo colaborativo y del sentido de comunidad. Los niños transforman un espacio abandonado gracias a la unión de esfuerzos, mostrando cómo el compromiso y la creatividad pueden mejorar su entorno escolar.
La obra también destaca valores como la responsabilidad, la inclusión y el respeto por los espacios compartidos. El resultado final refuerza que cualquier lugar puede convertirse en algo especial cuando se construye entre todos.
3. La ciudad de los relojes dormidos

Personajes
- Tico: Niño puntual y organizado.
- Vera: Niña soñadora y distraída.
- Señor Tic-Tac: Maestro de todos los relojes.
- Minutín: Minuto travieso y parlante.
- Tormenta de Tiempo: Grupo que detiene el movimiento (mantas grises o azules).
Acto I: Cuando el tiempo se detiene
Escenario: Plaza con varios relojes (de pared, de pie, de mano).
Introducción: Tico revisa todos los relojes de la plaza mientras Vera mira mariposas.
Tico: ¡Vera! El reloj de la fuente está atrasado… y aquel está adelantado.
Vera: ¿Y si sólo quieren descansar?
(Todos los relojes se apagan de repente).
Tico: ¡¿Qué pasó?!
Vera: Creo que tu deseo se cumplió: están descansando.
(Aparece Minutín, saltando).
Minutín: ¡No es descanso! ¡Es desastre! La Ciudad de los relojes dormidos necesita ayuda.
Tico: ¿Quién eres tú?
Minutín: El minuto número 37. El más rápido, claro.
Vera: ¿Qué ocurrió?
Minutín: La Tormenta de Tiempo llegó y apagó todos los relojes del mundo.
(Entra Señor Tic-Tac con un sonido grave).
Señor Tic-Tac: Niños, debemos ir al centro del tiempo para reparar el gran péndulo.
Tico: ¡Vamos!
Vera: A ver si así dejas de apurarme siempre.
(Todos ríen y parten hacia el corazón del tiempo).
Acto II: El péndulo detenido
Escenario: Gran sala con un enorme péndulo inmóvil.
(La Tormenta de Tiempo entra moviéndose lentamente, con telas girando).
Tormenta: Nada avanza… nada sigue… todo se detiene…
Tico: ¡Debemos activar el péndulo!
Vera: ¿Cómo lo hacemos?
Minutín: Deben moverlo juntos. El tiempo necesita equilibrio: orden y sueño.
(Tico empuja con fuerza, pero no se mueve).
Tico: ¡No puedo!
Vera: Déjame ayudarte.
(Lo empujan juntos).
Señor Tic-Tac: ¡Más fuerte! ¡El tiempo despierta!
(El péndulo comienza a moverse lentamente. La Tormenta se disipa).
Tormenta: (Desvaneciéndose) El tiempo vuelve… por ahora…
Minutín: ¡Lo logramos!
Tico: Vera, sin tu ayuda no habría funcionado.
Vera: Y sin tu orden, nunca habría empezado.
(La sala se ilumina. Cambia el escenario a la plaz).
Tico: ¡Todos los relojes están funcionando!
Vera: ¿Y sabes qué? Me gusta cuando el tiempo va, pero también cuando se detiene un momento para mirar mariposas.
La Ciudad de los relojes dormidos combina humor, magia y reflexión sobre el equilibrio entre la organización y la libertad. Tico y Vera representan dos miradas complementarias: la necesidad de estructura y la importancia del descanso y la imaginación.
La Tormenta de Tiempo simboliza el agotamiento, el estrés o la desconexión emocional. Activar el péndulo juntos enseña que el tiempo funciona mejor cuando se equilibra la acción con la pausa, una lección valiosa para los niños en sus rutinas diarias.
4. El bosque de los susurros luminosos

Personajes
- Lía: Niña valiente y observadora.
- Bruno: Niño curioso que ama los acertijos.
- Luzán: Ser brillante que protege el bosque.
- Ecopeque: Criatura pequeña que imita sonidos.
- Sombras silenciosas: Figuras oscuras que roban los susurros (pueden representarse con capas).
Acto I: El misterio del susurro perdido
Escenario: Sendero del bosque, árboles altos y luces suaves entre las hojas.
Introducción: Lía y Bruno pasean recogiendo hojas para un trabajo escolar.
Lía: Escucha… ¿oíste eso?
Bruno: ¿Un susurro? Pero… no hay viento.
(Un pequeño brillo aparece entre los árboles. Entra Luzán).
Luzán: Bienvenidos al bosque de los susurros luminosos. Algo terrible ha ocurrido.
Bruno: ¡Wow! ¿Quién eres?
Luzán: Soy Luzán, guardián de este bosque. Los susurros que cuentan historias se han perdido.
Lía: ¿Cómo se pierde un susurro?
Luzán: Las Sombras silenciosas los robaron para evitar que los niños sigan soñando.
(Aparece Ecopeque imitando sonidos divertidos.)
Ecopeque: ¡Pup-pup! ¡Pip-pip! ¡Yo puedo ayudarlos!
Bruno: ¿Y qué debemos hacer?
Luzán: Entrar al corazón del bosque y recuperar los susurros. Pero tengan cuidado: las Sombras aman confundir.
Lía: Estamos listos.
(Se atenúan las luces para marcar su entrada al bosque profundo).
Acto II: Las Sombras y los susurros atrapados
Escenario: Claro oscuro con frascos de luz colgando, cada uno contiene un “susurro”.
(Entran las Sombras silenciosas moviéndose lentamente).
Sombras silenciosas: (susurrando) Nada verán… nada escucharán…
Lía: Bruno, mira esos frascos.
Bruno: ¡Están atrapando los susurros!
Ecopeque: (Imitando a las sombras) Nada verán… nada escucharán…
Sombras Silenciosas: ¿Eh? ¿Quién nos imita?
(Los niños aprovechan la distracción.)
Lía: ¡Vamos! Tú desata las cuerdas, yo recojo los frascos.
Bruno: ¡Ya casi están!
(Luzán entra iluminando todo).
Luzán: ¡Excelente! ¡El bosque está recuperando su voz!
(Los frascos se encienden más fuerte).
Sombras silenciosas: (Retirándose) Volveremos cuando olviden escuchar.
Bruno: No lo permitiremos.
Lía: Mientras los niños sueñen, los susurros vivirán.
Luzán: Como recompensa, el bosque les dará un último susurro.
Ecopeque: ¡Pip-pip! ¡Pup-pup!
(Una luz llega a sus manos. Cambia el escenario al sendero inicial).
Bruno: Lía, ¿crees que esto fue real?
Lía: (Mirando el brillo) Sí. Y los susurros nos acompañarán siempre.
El Bosque de los Susurros Luminosos trabaja la imaginación a través de un entorno mágico donde las voces del bosque representan los pensamientos, emociones y creatividad de los niños.
La obra refuerza la importancia de escuchar, de conservar la fantasía y de proteger el mundo interior propio. Por su parte, las Sombras simbolizan la distracción y la pérdida de atención, mientras Lía y Bruno muestran que la observación y la curiosidad permiten recuperar aquello que parece perdido.
El final refuerza la idea de que la imaginación permanece viva siempre que los niños sigan prestándole atención.
5. La montaña de los ecos valientes

Personajes
- Sami: Niño risueño que ama cantar.
- Pía: Niña reflexiva y tranquila.
- Gran eco: Eco gigante que vive en la montaña.
- Ecos pequeños: Voces que rebotan (pueden representarlos varios niños).
- Trueno errante: Figura ruidosa que interrumpe sonidos.
Acto I: La canción interrumpida
Escenario: Pie de una gran montaña pintada en telón.
Introducción: Sami canta mientras Pía toma notas en su cuaderno.
Sami: (Cantando) La-la-laaa…
(Un trueno suena y lo interrumpe. Entra Trueno errante).
Trueno errante: ¡Boom! ¡Bam! ¡Ups! Perdón, perdón… no controlo mi ruido.
Pía: ¿Quién eres?
Trueno errante: El Trueno errante. Y acabo de despertar a los Ecos pequeños.
(Aparecen los Ecos pequeños imitando sonidos).
Ecos pequeños: ¡La-la-la! ¡Boom! ¡Pum!
Sami: ¡Qué divertido!
Pía: Creo que necesitan ayuda para ordenarse.
(Se escucha un eco profundo).
Gran eco: Vengan a la cima. Sólo allí podrán ayudar a que los ecos recuperen su ritmo.
Acto II: La cima de los ecos
Escenario: Parte alta de la montaña, con rocas y ecos que rebotan.
(Gran eco aparece ampliado o con voz fuerte).
Gran eco: Los ecos están confundidos por el ruido del trueno.
Trueno Errante: No lo hago a propósito… soy así de ruidoso.
Sami: ¡Entonces cantemos todos juntos!
Pía: Sí, pero siguiendo un ritmo.
(Los niños dirigen a los ecos en una secuencia rítmica. Trueno errante suelta un “boom” suave).
Gran eco: ¡Eso es! ¡Mantengan la armonía!
(Los ecos comienzan a sonar ordenados. La montaña se ilumina).
Ecos pequeños: ¡Ecooooo feliz!
Gran eco: Han devuelto la armonía del sonido.
Trueno errante: Gracias… prometo intentar ser más suave cuando pueda.
(Cambia al pie de la montaña.)
Sami: Mi canción suena mejor ahora.
Pía: Y todos aprendimos a escucharnos.
La Montaña de los ecos valientes es una obra sonora que enseña a los niños la importancia de la escucha activa, la expresión emocional y la armonía colectiva.
El Trueno errante simboliza las emociones intensas que a veces irrumpen sin control, mientras que los ecos muestran cómo las palabras pueden desordenarse si no se les presta atención.
Sami y Pía ayudan a ordenar el caos mediante la cooperación y el ritmo, transmitiendo a los niños que comprender y acompañar el ruido emocional de otros es parte esencial de la convivencia.
6. La carrera del barrio

Personajes
- Ema: Niña entusiasta que ama correr.
- Rafael: Niño tranquilo, que duda de su capacidad para competir.
- Doña Luisa: Vecina mayor que organiza actividades del barrio.
- Niños corredores: Participantes de la carrera.
Acto I: Preparativos para la gran carrera
Escenario: Calle del barrio con casas dibujadas y cintas de colores.
Introducción: Doña Luisa dispone carteles mientras Ema salta entrenando.
Ema: ¡La carrera del barrio será mañana! ¡No puedo esperar!
Rafael: Yo no sé si debería correr. Soy más lento que todos.
Ema: ¡Puedes intentarlo! No se trata de ganar, sino de participar.
(Doña Luisa entra con una caja).
Doña Luisa: ¡Necesito ayuda para preparar el circuito!
Ema: ¡Vamos, Rafa!
Rafael: Está bien, pero no prometo nada.
(Los tres disponen conos, cintas y señales).
Rafael : Esto es más divertido de lo que pensé.
Ema: ¿Ves? ¡Solo faltaba animarte!
(Luces bajan para indicar el fin de los preparativos).
Acto II: La carrera
Escenario: Línea de salida marcada con tiza, niños listos para correr.
Niños corredores: ¡Listos!
Doña Luisa: ¡En sus marcas… listos… fuera!
(Comienza la carrera. Todos corren en coreografía. Rafael queda atrás, pero sigue intentando).
Ema: (Voltea) ¡Rafa, tú puedes!
Rafael: ¡No me rendiré!
(Los niños llegan a la meta. Ema gana, Rafa llega entre los últimos).
Doña Luisa: Rafa, estoy muy orgullosa de ti.
Rafael: ¿Aunque no gané?
Doña Luisa: Ganaste al miedo. Eso es más importante.
Ema: ¡Corriste toda la carrera!
Rafael: Y me divertí más de lo que creí.
Niños corredores: ¡Todos ganamos!
Rafael: ¡Hay que repetirla el próximo año!
La Carrera del barrio aborda la importancia de la autosuperación, la confianza en uno mismo y la participación más allá del resultado.
Rafael representa las inseguridades comunes en la infancia, mientras la carrera simboliza cualquier desafío personal. Ema, con su entusiasmo, refuerza el valor del apoyo mutuo.
La obra enseña que la verdadera victoria está en intentarlo y disfrutar el proceso, no en ser el primero en llegar.
7. El desfile de los paraguas

Personajes
- Lola: Niña creativa y amante del arte.
- Jonás: Niño que prefiere pasar desapercibido.
- La Señora Martín: Profesora de artes del colegio.
- Compañeros: Estudiantes que participan en el desfile.
Acto I: Preparando el desfile
Escenario: Sala de arte con mesas, pinceles y paraguas abiertos para decorar.
Introducción: Lola pinta un paraguas con rayas de colores.
Lola: ¡Mira este arcoíris, Jonás!
Jonás: Prefiero que el mío quede sencillo. No quiero llamar la atención.
Lola: Pero todos los paraguas pueden ser especiales.
(Entra la Señora Martín).
Señora Martín: Recuerden que este año el desfile lo harán ustedes. ¡Cada paraguas contará una historia!
Jonás: ¿Una historia?
Lola: ¡Claro! ¿Qué te gustaría contar?
Jonás: No sé… quizás algo pequeño.
(Los compañeros muestran sus ideas).
Compañeros: ¡Yo haré uno con estrellas! ¡Yo con mariposas!
Lola: Jonás, yo te ayudo si quieres.
Jonás: Está bien… pero que no sea tan llamativo.
(Se escucha el timbre del recreo. Luces bajan).
Acto II: El gran desfile
Escenario: Patio del colegio con una ruta marcada para el desfile.
Señora Martín: ¡Comienza el Desfile de los paraguas!
(Los niños desfilan levantando sus paraguas decorados. Aplausos).
Lola: ¡Vamos, Jonás!
Jonás: (Levantando su paraguas con dibujos simples, pero bonitos) Bueno… aquí voy.
(La gente aplaude su diseño).
Jonás: ¡No puedo creerlo!
Lola: ¡Te dije que sería especial!
Jonás: Sólo necesitaba un poco de valor… y a una buena amiga.
Señora Martín: Todos han mostrado su creatividad… ¡y su corazón!
El Desfile de los paraguas presenta un escenario cotidiano (el colegio) para explorar la expresión artística y la autoestima. Jonás encarna la timidez y el miedo a mostrarse, mientras Lola simboliza el apoyo y la creatividad compartida.
La obra invita a los niños a descubrir que todos poseen talentos únicos y que expresar lo que sienten, incluso de forma sencilla, es un acto de valentía. El desfile se convierte así en una celebración de la autenticidad colectiva.
8. El misterio de la librería de la esquina

Personajes
- María: Niña curiosa y amante de los libros.
- Diego: Niño práctico, algo escéptico.
- Señora Rosa: Dueña de la librería, amable y reservada.
- Lucas: Amigo entusiasta de María y Diego.
- Vecinos: Personas que pasan por la calle (pueden ser varios niños).
Acto I: La carta entre páginas
Escenario: Librería de barrio, estanterías con libros, una mesa con tazas y un cartel de “Ofertas”.
Introducción: María y Diego entran a la librería después de la escuela. Lucas los sigue.
María: (Ojeando un libro) Siempre encuentro cosas interesantes aquí.
Diego: A mí me gusta más la sección de cómics.
Lucas: ¿Y si buscamos algo nuevo para el club de lectura?
(Entra la Señora Rosa desde el mostrador).
Señora Rosa: ¡Hola, chicos! ¿Buscan alguna recomendación?
María: Siempre tienes los mejores libros.
Señora Rosa: Hoy llegó una caja con donaciones. Hay títulos que nunca vi.
(María saca un libro viejo y al abrirlo encuentra una hoja doblada: es una carta antigua).
María: ¡Miren! Hay una carta dentro.
Diego: ¿Una carta? ¿De quién?
María: (Leyendo en voz baja) “A quien la encuentre: cuida este libro como a una amiga…”
Lucas: ¡Qué misterio! ¿Qué hará la Señora Rosa?
Señora Rosa: Esa carta llegó con la donación. Nadie reclamó ese lote. Si quieren, pueden ayudarme a organizar y revisar los libros.
María: ¡Sí! Podríamos buscar pistas sobre quién dejó la carta.
Diego: Muy bien, pero con orden. Primero revisamos libros por fecha, así es más fácil.
(Los niños comienzan a revisar estantes y anotar títulos. Luces bajan para cerrar el acto).
Acto II: Recuperando la historia
Escenario: Mismos estantes. Ahora hay una mesa con varios libros abiertos y una libreta para apuntes.
Introducción: Tras buscar, encuentran pistas: un marca con iniciales, una dedicatoria en otro libro y un recibo antiguo.
María: (Mostrando el recibo) Este recibo tiene la fecha de hace veinte años. ¡Pone “Rosa, librera” y una letra distinta!
Diego: Si combinamos las iniciales del marcador y la dedicatoria, forman un nombre: “Ángela M.”
Lucas: ¿Será alguien del barrio?
(Entra la Señora Rosa con una caja).
Señora Rosa: Chicos, encontré esto en la caja: una foto. (La enseña.) Es la librería hace muchos años. Allí aparece una niña con el mismo marcador.
María: ¿Conoces a esa niña?
Señora Rosa: Sí. Ángela venía siempre. Era amiga de mi hermana. Murió hace tiempo, pero su familia donó libros en su memoria.
Diego: Entonces la carta era para quien cuidara esos libros
María: Quizás la carta pedía que la librería siguiera viva, que la gente siguiera leyendo.
Señora Rosa: Exacto. Por eso nunca la saqué. La guardé esperando a alguien que la encontrara y la entendiera.
(Los vecinos entran, atraídos por la actividad).
Vecina 1: ¿Qué están haciendo, chicos?
Lucas: Organizamos los libros y buscamos la historia detrás de una carta.
Vecino 2: Si quieren, podemos ayudar a difundir la donación y hacer una tarde de lectura.
Señora Rosa: (Emocionada) Me encantaría. Y me gustaría inaugurar una sección con los libros donados, en memoria de Ángela.
María: ¡Podemos organizar la tarde de lectura!
Diego: Yo me encargo de los carteles.
Lucas: Y yo invito a los amigos.
(La comunidad trabaja junta para preparar la exposición y la tarde de lectura. Se ve a todos ordenando y decorando la librería).
Señora Rosa: Gracias, chicos. Esta librería es más que libros. Es memoria y encuentro.
Mar: Y encontrarnos aquí hizo que la carta cumpliera su propósito.
El Misterio de la Librería de la esquina usa un escenario cotidiano para abordar temas como la memoria colectiva, el valor de los libros y la capacidad de los niños para activar la vida comunitaria.
La carta encontrada es un motor narrativo realista que introduce un pequeño enigma: no hay magia, sino curiosidad, indagación y diálogo intergeneracional.
El descubrimiento de la historia de Ángela y la decisión de organizar una tarde de lectura demuestran cómo los niños pueden transformar un hallazgo en una acción colectiva que fortalece el barrio.
9. El taller de ideas brillantes

Personajes
- Valentina: Niña creativa, ingeniosa y muy observadora.
- Mateo: Niño práctico, ordenado y algo perfeccionista.
- Profesor Andrés: Profesor de ciencias, atento y motivador.
- Clara: Compañera entusiasta, siempre dispuesta a ayudar.
- Compañeros del curso
Acto I: El proyecto imposible
Escenario: Sala de clases con mesas, cartulinas, tijeras, papel metálico y una mesa al frente para el profesor.
Introducción: Los niños deben preparar un proyecto para la feria científica de la escuela.
Profesor Andrés: Muy bien, chicos. Tienen una semana para crear un invento útil para la comunidad.
Valentina: ¡Qué emocionante! Podemos hacer algo que nunca nadie haya visto.
Mateo: ¿Y si hacemos un robot?
Clara: ¡Eso es muy difícil! Además, no tenemos materiales para algo tan grande.
Valentina: ¿Y si creamos algo pequeño pero ingenioso?
(Mateo revisa una caja con materiales.)
Mateo: Hmm… cartón, luces LED, cintas, pilas… no alcanza para un robot.
Valentina: ¡Pero sí para algo brillante!
(Valentina encuentra un cuaderno lleno de dibujos y esquemas.)
Valentina: Aquí tengo ideas viejas. Podemos adaptarlas.
Mateo: (Leyendo) “Lámpara guardiana para caminos oscuros”.
Clara: ¡Eso suena perfecto para la comunidad!
Valentina: Pero necesitamos hacerlo funcionar, no sólo dibujarlo.
(Se sientan a trabajar. Ensayan, prueban luces y mecanismos, pero nada funciona).
Mateo: (Frustrado) No sirve. Esto es imposible.
Valentina: Nada es imposible si seguimos probando.
Clara: Mañana intentamos de nuevo.
Profesor Andrés: No olviden que la ciencia es insistencia. ¡Nos vemos mañana!
(Los niños recogen los materiales mientras baja la luz).
Acto II: Enciende la idea
Escenario: La misma sala, pero con más herramientas y materiales organizados en una mesa.
Introducción: Los niños regresan decididos a completar su invento.
Valentina: Anoche soñé con nuestro proyecto. ¡Tal vez podamos combinar dos ideas!
Mateo: ¿Combinar?
Valentina: Sí, mira: usamos cartón firme, las luces LED y un sensor simple que se activa al pasar.
Clara: ¡Una lámpara que se prende cuando alguien camina cerca!
Mateo: Ahí sí tenemos los materiales. Es más realista.
(El equipo comienza a construir: cortan, pegan, conectan cables. Hay pequeños tropiezos).
Clara: ¡Valentina, la luz no prende!
Valentina: Probemos cambiar la pila.
Mateo: O reforzar el cable rojo… sí, ¡ahí está!
(La lámpara se enciende. Los tres celebran).
Profesor Andrés: (Entrando) ¡Vaya, chicos! Eso sí que es trabajo en equipo.
Valentina: Queremos que sirva para iluminar el camino del barrio.
Mateo: Para que los niños no tengan miedo al volver tarde.
Clara: Y para que todos estén más seguros.
Profesor Andrés: Pues este invento merece un lugar especial en la feria.
(Entra el resto del curso para observar).
Compañero 1: ¡Qué buena idea!
Compañera 2: ¿Cómo lograron que se encendiera sola?
Mateo: Probando mil veces.
Valentina: Y no rindiéndonos.
Clara: Como dice el profe: la ciencia es insistencia.
(El profesor pone la lámpara en la mesa central. Todos aplauden).
Profesor Andrés: Chicos, recuerden: las mejores ideas no nacen perfectas… se construyen.
Valentina: Al final, lo importante no era sólo el invento, sino trabajar juntos.
Mateo: Y aprender de cada intento.
Clara: Y confiar en nuestras ideas brillantes.
El Taller de ideas brillantes construye una historia cotidiana dentro del espacio escolar, donde la creatividad, el trabajo colaborativo y la perseverancia son los ejes principales.
A través de un proyecto científico, los personajes representan distintas aproximaciones al aprendizaje. Valentina encarna la imaginación y la apertura a nuevas posibilidades. Mateo, la lógica y el orden. Por su parte, Clara es la energía cooperadora que equilibra el equipo.
La obra destaca la importancia del proceso por sobre el resultado. Los niños fallan, reajustan, redibujan e intentan nuevas estrategias, reforzando el mensaje de que la ciencia y la creatividad nacen del ensayo y error.
Además, el profesor Andrés cumple un rol fundamental al no resolver el problema, sino alentar la exploración de los niños, modelo clave para acompañar la autonomía infantil.
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